Usha Vance, la segunda dama de Estados Unidos, ha decidido no teñirse las canas —y no por descuido, sino por convicción. En un entorno político donde muchas sienten la presión de “verse perfectas”, ella elige la autenticidad por encima del artificio. Su gesto, sencillo pero potente, lanza un mensaje claro: la belleza real no necesita filtros ni tintes, solo valentía para ser una misma.
La muerte de Virginia Giuffre, de 41 años, ha conmocionado al mundo entero. La madre de tres hijos había acusado al financiero estadounidense Jeffrey Epstein de usarla como esclava sexual.