• Noticias
  • Estilo De Vida Noticias
  • Loni Anderson muere a los 79 años: dentro de la “prolongada enfermedad” de la estrella de ‘WKRP en Cincinnati’ y la causa de su muerte

Loni Anderson muere a los 79 años: dentro de la “prolongada enfermedad” de la estrella de ‘WKRP en Cincinnati’ y la causa de su muerte

Loni Anderson, reconocida por su papel como Jennifer Marlowe en WKRP in Cincinnati, falleció a los 79 años tras una larga enfermedad. Murió en un hospital de Los Ángeles, rodeada de su familia, poco antes de cumplir los 80 años. Anderson fue una defensora comprometida de la concienciación sobre la EPOC, inspirada por las luchas de sus padres contra esta enfermedad.
Loni Anderson muere a los 79 años: dentro de la “prolongada enfermedad” de la estrella de ‘WKRP en Cincinnati’ y la causa de su muerte
(Crédito de la imagen: iTimes Spanish)
Loni Anderson, mejor conocida por su aclamada interpretación de Jennifer Marlowe en WKRP en Cincinnati, falleció a los 79 años tras una prolongada enfermedad. La querida actriz murió el 3 de agosto en un hospital de Los Ángeles, rodeada de su familia cercana, pocos días antes de cumplir 80 años el 5 de agosto. Su familia emitió un comunicado que decía: “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida esposa, madre y abuela”. Aunque los detalles específicos de su condición médica permanecen en privado, la larga trayectoria de Anderson como defensora de la concientización sobre la EPOC, inspirada en el cuidado de sus padres enfermos crónicos, ha vuelto a cobrar relevancia tras su fallecimiento.

¿Quién fue Loni Anderson?

Nacida el 5 de agosto de 1945 en St. Paul, Minnesota, Loni Kaye Anderson persiguió su carrera como actriz con papeles invitados en series como S.W.A.T. y Police Woman a mediados de los años 70. Su gran oportunidad llegó con el personaje de la glamorosa e inteligente Jennifer Marlowe en WKRP en Cincinnati (1978–1982). Marlowe fue una figura pionera, combinando intelecto, confianza y encanto como pieza clave del excéntrico equipo radial de Cincinnati. Este papel le valió dos nominaciones al Emmy y tres al Globo de Oro. Anderson comentó más adelante que Jennifer, en la actualidad, sería probablemente una directora ejecutiva, destacando así la esencia empoderada del personaje.
imagepreview (3).
Tras WKRP, Anderson actuó junto a Burt Reynolds en la comedia Stroker Ace (1983), y se casó con él en 1988. Su relación de alto perfil, el divorcio en 1994 y la controversia posterior fueron narrados en sus memorias de 1995, My Life in High Heels (Mi vida en tacones altos). En los últimos años, Anderson continuó activa en televisión, con papeles en Nurses, Sabrina, la bruja adolescente, So NoTORIous, y en la película navideña de Lifetime de 2023 Ladies of the '80s: A Divas Christmas junto a Morgan Fairchild, entre otras.

Dentro de sus problemas de salud

El 3 de agosto, Anderson falleció a los 79 años en un hospital de Los Ángeles tras luchar contra lo que su publicista, Cheryl J. Kagan, describió como una “prolongada enfermedad”. Sin embargo, no se dieron detalles adicionales sobre su condición médica. Aunque su enfermedad no fue especificada, Anderson fue durante toda su vida una defensora activa de la concienciación sobre la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), motivada por haber cuidado a sus padres que padecían bronquitis crónica y enfisema. En los años 90, se convirtió en portavoz de grupos educativos sobre la EPOC, basando su activismo en experiencias profundamente personales.

¿Qué es la EPOC?

La EPOC, o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, es un grupo de enfermedades pulmonares progresivas que obstruyen el flujo de aire y causan dificultades respiratorias. A menudo es causada por una exposición prolongada a humo, polvo, productos químicos o gases irritantes, siendo el humo del tabaco la causa más común. Las dos principales condiciones que conforman la EPOC son:
  • Enfisema: Daño a los alvéolos pulmonares que atrapan aire en los pulmones.

  • Bronquitis crónica: Inflamación de los bronquios que causa exceso de mucosidad y estrechamiento de las vías respiratorias.

La mayoría de los pacientes con EPOC tienen una combinación de ambas condiciones.
imagepreview (4).

Causas y factores de riesgo:

Aunque el principal causante es el tabaquismo, existen otros factores:
  • Humo de tabaco: Es el mayor factor de riesgo. Hasta el 75% de los pacientes con EPOC tienen antecedentes de tabaquismo. También el humo de segunda mano aumenta el riesgo.

  • Exposición prolongada a irritantes pulmonares: Contaminación del aire, polvo y productos químicos en el lugar de trabajo pueden dañar los pulmones.

  • Genética: La deficiencia de alfa-1 antitripsina (AAT), una condición genética, puede causar EPOC, especialmente en combinación con el tabaquismo.

  • Asma: Las personas con antecedentes de asma, sobre todo desde la infancia, tienen un mayor riesgo de desarrollar EPOC.

Síntomas de la EPOC:

Los síntomas suelen desarrollarse lentamente y empeoran con el tiempo si la exposición a los irritantes continúa. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
  • Falta de aire: Especialmente durante la actividad física.

  • Tos crónica: Frecuentemente con flema.

  • Sibilancias: Un silbido al respirar.

  • Infecciones respiratorias frecuentes: Como resfriados o gripe.

  • Fatiga: Sensación de cansancio o falta de energía constante.

¿Quiénes están en riesgo?

Las personas con antecedentes de tabaquismo, exposición a irritantes pulmonares, predisposición genética y ciertos factores demográficos tienen mayor riesgo de desarrollar EPOC. Los más vulnerables son los fumadores, quienes están expuestos al humo de segunda mano, la contaminación ambiental, y aquellos que trabajan en lugares con polvos o vapores químicos. La mayoría de los casos aparecen después de los 40 años. También influyen condiciones genéticas como la deficiencia de AAT.

Diagnóstico y tratamiento:

Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable acudir a un profesional médico. El diagnóstico de la EPOC incluye un examen físico, historial médico y pruebas de función pulmonar como la espirometría. Aunque no existe cura, los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y ralentizar el avance de la enfermedad. Entre ellos se incluyen medicamentos, terapia con oxígeno, rehabilitación pulmonar y cambios en el estilo de vida como dejar de fumar. En casos graves, puede considerarse la cirugía.