El legendario inversor Michael Burry, conocido por haber anticipado la crisis financiera de 2008, ha lanzado una nueva advertencia. Recientemente, Burry alertó sobre la estrategia de Estados Unidos en inteligencia artificial. En una serie de publicaciones en la red social X (antes Twitter), sostuvo que EE. UU. está en desventaja estructural en la carrera de la IA si continúa dependiendo en exceso de los chips de Nvidia, cada vez más intensivos en consumo energético, mientras China acelera de forma agresiva su capacidad de generación eléctrica.
Burry compartió gráficos que muestran cómo China ha incrementado su capacidad de generación de electricidad muy por encima de Estados Unidos y Europa desde principios de los años 2000.
“No se trata solo de la ventaja total de energía, sino de la pendiente”, escribió, subrayando la rápida expansión china frente al lento desarrollo de la red eléctrica estadounidense. También contrastó el modelo chino de infraestructura de transmisión “construir a voluntad” con el de EE. UU., donde los permisos y regulaciones frenan la expansión de la red.
La hoja de ruta de Nvidia es una hoja de ruta de consumo energético
Burry también criticó el dominio de Nvidia en la computación para IA. Señaló que la hoja de ruta del fabricante de chips es, en esencia, una “hoja de ruta de consumo de energía”. Advirtió que la innovación se ha centrado en cómo alimentar y enfriar silicio cada vez más grande y caliente, mientras que las mejoras en eficiencia no logran compensar el crecimiento masivo de la capacidad de cómputo, elevando de forma constante la demanda eléctrica.
Según Burry, Estados Unidos va por el camino equivocado si su estrategia de IA sigue basándose en chips de Nvidia cada vez más voraces en energía. “Los chips hambrientos de energía no son el camino a seguir”, alertó.
Riesgo estructural para Estados Unidos
Burry considera que las empresas estadounidenses están invirtiendo de forma agresiva en la carrera armamentística de la IA, pero advierte que están “estructuralmente posicionadas para perder” si el escalado por fuerza bruta sigue siendo la estrategia dominante. En su lugar, pidió un giro hacia ASICs diseñados específicamente para IA y arquitecturas más eficientes, en vez de enormes centros de datos con un consumo energético desmedido.
Además, Burry cuestionó la elevada valoración de Nvidia. La capitalización bursátil de la empresa ronda actualmente los 4,4 billones de dólares, lo que la convierte en la compañía más valiosa del mundo; en octubre llegó a superar brevemente los 5 billones. Sus acciones han subido un 30,86% recientemente y, en cinco años, se han disparado más de un 1.290%.
En sus últimos resultados trimestrales, Nvidia reportó ingresos por 57.000 millones de dólares, un aumento interanual del 62%. Burry cree que la compañía podría estar utilizando tácticas contables para inflar su valoración, reforzando su advertencia general de que la dependencia de Estados Unidos de este gigante de los chips podría resultar insostenible a largo plazo.
