La Fundación Bill y Melinda Gates anunció una inversión de 2.500 millones de dólares a lo largo de los próximos cinco años para impulsar la salud de las mujeres a nivel mundial, con un enfoque especial en la investigación y desarrollo de innovaciones como anticonceptivos autoinyectables, parches anticonceptivos de larga duración y diagnósticos rápidos de ITS.
El compromiso representa un aumento de aproximadamente 33% en comparación con las inversiones de la fundación en salud materna y femenina durante los últimos cinco años, y constituye la mayor inversión en la historia de la fundación en este ámbito. Este esfuerzo refleja también la dirección en la que Bill Gates desea enfocar su fortuna de 114 mil millones de dólares, que planea donar casi por completo antes de cerrar la fundación en las próximas dos décadas.
Durante un evento con
STAT News, Gates explicó que alrededor del 70% de los fondos se destinarán a investigación y desarrollo (I+D), un 10% a introducir nuevas tecnologías en el mercado o mejorar los datos disponibles, un 4% a fabricación, y un 3% a actividades de defensa y concienciación.
Gates destacó la falta de inversión en temas como la preeclampsia, un trastorno hipertensivo que causa miles de muertes maternas cada año incluso en países desarrollados. “Es curioso por qué estas áreas están tan poco financiadas, considerando el alto impacto que tienen”, señaló.
No podemos reemplazar al gobierno
Bill Gates fue claro al establecer los límites del papel de la fundación:
En campos como la malaria, la tuberculosis y los métodos anticonceptivos no hormonales, la Fundación Gates ya es uno de los principales financiadores del mundo. Sin embargo, Gates insistió en que su ayuda es temporal, y que el éxito dependerá de una transición sostenible hacia otros actores.
A pesar de su inmensa fortuna, Gates subrayó la necesidad de un esfuerzo colectivo:
El multimillonario también reiteró que la fundación no durará para siempre:
Con las muertes maternas cobrando la vida de una mujer cada dos minutos en el mundo, expertos y activistas han elogiado la iniciativa, considerándola una chispa crucial para lograr mayor equidad en salud femenina. Si este compromiso inspira a más gobiernos y organizaciones a actuar, podría marcar un punto de inflexión en la lucha por la salud global de las mujeres.