¿Has oído hablar del hígado graso en niños? Sé que suena raro, pero cada vez es más común, y la verdad es que puede ser un problema serio si no se detecta a tiempo.
Mira, el hígado graso es cuando el hígado empieza a acumular grasa extra, y no tiene nada que ver con el alcohol, como mucha gente piensa. En los niños, esto pasa mucho porque están subiendo de peso, comen muchas cosas poco saludables y no se mueven lo suficiente.
¿Por qué pasa esto?Principalmente porque muchos niños hoy en día tienen sobrepeso o están obesos, y eso hace que el hígado se llene de grasa. También influye mucho lo que comen: bebidas llenas de azúcar, comida rápida, frituras, golosinas... todo eso hace que el hígado trabaje de más. Y si a eso le sumas que pasan horas sentados frente a la tele o el celular, pues la grasa no se quema y se va acumulando.
Además, hay niños que tienen familia con problemas de metabolismo o enfermedades como el síndrome de ovario poliquístico o problemas de tiroides, y eso también puede hacer que tengan más riesgo.
¿Cómo saber si un niño tiene hígado graso?El problema es que muchas veces no se nota nada al principio. Pero algunos signos que podrían alertar son que el niño se sienta más cansado de lo normal, quejarse de dolor o molestia en el lado derecho del abdomen, o que no pueda bajar de peso aunque haga dieta. A veces, el doctor lo detecta en un análisis de sangre cuando ve que las enzimas del hígado están altas.
Si sospechas algo, lo mejor es ir al médico para que lo revise bien.
¿Y qué se puede hacer?Aquí viene la buena noticia: el hígado graso en niños se puede prevenir y hasta revertir con cambios simples. La clave está en una alimentación sana, con frutas, verduras, proteínas buenas y cereales integrales. Evitar las bebidas azucaradas, la comida chatarra y las frituras es súper importante.
También hay que fomentar que los niños hagan ejercicio todos los días, aunque sea salir a jugar o caminar un rato. Y ojo, reducir el tiempo frente a las pantallas ayuda un montón.
Con estos cambios, el hígado puede sanar y todo vuelve a la normalidad.
Así que ya sabes, aunque no se vea a simple vista, el hígado graso en niños es algo que vale la pena cuidar desde ahora. Crear hábitos saludables en casa puede marcar la diferencia para que los niños crezcan sanos y fuertes.