El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el jueves que está considerando otorgar a los estadounidenses hasta 2.000 dólares en reembolsos provenientes de los ingresos generados por sus políticas arancelarias, calificando estos pagos como un “dividendo para el pueblo de América”.
“Están empezando a notarse”, dijo Trump en una entrevista con One America News Network, refiriéndose a los aranceles impuestos a naciones extranjeras desde abril. “En última instancia, sus aranceles van a superar el billón de dólares al año”, añadió.
Cuando el reportero le preguntó sobre el posible monto del reembolso, el presidente estadounidense declaró: “Estamos pensando en quizás 1.000 a 2.000 dólares; sería genial”.
Trump afirmó que los fondos se utilizarían primero para reducir la deuda nacional de EE. UU., que actualmente asciende a 37 billones de dólares, cifra que describió como “muy pequeña, relativamente hablando”, dado el aumento de ingresos gubernamentales por los aranceles.
“Lo primero es que estamos pagando la deuda”, aseguró Trump, “porque la gente ha permitido que la deuda se dispare”.
“Dicho esto, pagaremos deuda, pero también podríamos hacer una distribución al pueblo”, añadió.
Según datos del Tesoro citados por Fox Business, el gobierno federal ha recaudado aproximadamente 214.900 millones de dólares en aranceles en lo que va de año. Aunque los ingresos de septiembre, de 31.300 millones, cayeron ligeramente respecto al récord de agosto, con una disminución de 73 millones.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, había proyectado previamente que los ingresos totales por aranceles podrían alcanzar al menos 300.000 millones de dólares para finales de año.
La propuesta surge mientras la Corte Suprema se prepara para escuchar un caso a principios de noviembre, con el fin de determinar si el presidente tiene la autoridad para imponer aranceles amplios.
Fallos anteriores de tribunales inferiores y de la Corte de Apelaciones del Circuito Federal cuestionaron la legalidad de la mayoría de los gravámenes de Trump, aunque permitieron que se mantuvieran en vigor mientras se resolvía la apelación.
Bessent también afirmó ante el alto tribunal que, si los aranceles fueran declarados ilegales, el gobierno podría verse obligado a devolver entre 750.000 millones y 1 billón de dólares en ingresos recaudados y proyectados.