Los mercados globales se estabilizaron el jueves después de que la Reserva Federal de Estados Unidos recortara las tasas de interés en 25 puntos básicos, aunque mostró cautela respecto a futuros recortes.
Los futuros de las acciones estadounidenses subieron alrededor de un 0,3–0,4% tras una sesión volátil en Wall Street: el
Dow Jones Industrial Average avanzó un 0,57% hasta los 46.018,32 puntos, mientras que el
S&P 500 retrocedió un 0,10% a 6.600,35 y el
Nasdaq Composite cayó un 0,32% a 22.261,33.
En Asia, Corea del Sur y Taiwán lideraron las ganancias regionales con alzas cercanas al 0,7%, mientras que el
Nikkei 225 de Japón sumó un 0,3%.
Las bolsas chinas operaron mixtas, y la debilidad de los mercados de Australia y Nueva Zelanda arrastró al índice
MSCI Asia-Pacífico sin Japón a una leve caída del 0,1%.
El recorte de un cuarto de punto por parte de la Fed estaba ampliamente previsto, pero el presidente Jerome Powell lo describió como una medida de “gestión de riesgos” para hacer frente a la debilidad del mercado laboral, según Reuters.
Powell descartó una flexibilización agresiva, aunque los responsables de política monetaria anticiparon
dos recortes adicionales este año. Subrayó la necesidad de equilibrar los riesgos sobre el empleo con el control de la inflación.
Los mercados también reaccionaron en el ámbito cambiario y de materias primas.
El índice dólar cayó brevemente a su nivel más bajo desde febrero de 2022 antes de repuntar hasta 97,07. El euro se mantuvo en 1,1821 dólares tras tocar su punto más alto desde mediados de 2021, mientras que la libra esterlina permaneció estable en 1,3626 dólares.
En renta fija, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años subió hasta el 4,09%, y el de dos años avanzó ligeramente al 3,56%. El
oro ganó un 0,3% hasta los 3.670,19 dólares la onza, recuperándose tras una caída después de haber alcanzado un récord histórico el día anterior.
Los precios del
petróleo se mantuvieron estables, con el Brent en 67,95 dólares por barril.
La postura cautelosa de la Fed moderó el optimismo inicial, dejando a los inversores preguntándose si el rally de Wall Street —impulsado por las expectativas de recortes de tasas y el auge de la inteligencia artificial— podrá sostenerse en el tiempo.