Tesla, de Elon Musk, necesitaría dispararse hasta una asombrosa valoración de 8,5 billones de dólares para justificar el paquete salarial récord que se le otorgó la semana pasada.
Para alcanzar esa meta, el gigante de los vehículos eléctricos tendría que multiplicar casi por ocho su valor actual en la próxima década. Si lo logra, Musk —ya el director ejecutivo mejor pagado del mundo— podría recibir hasta el 12% de las acciones de Tesla, una participación valorada en 1,03 billones de dólares, según Reuters.
El paquete, aprobado el 3 de septiembre, establece un objetivo máximo de EBITDA de 400.000 millones de dólares y una capitalización bursátil de 8,5 billones, lo que implica un múltiplo de 21.
La gran incógnita es cómo la automotriz conseguirá semejante meta en apenas diez años. Vender 100 millones de robots humanoides cada año o crear una red de robotaxis diez veces más grande que Uber podría hacerlo posible. Al mismo tiempo, la confianza de los inversores será crucial.
La junta de Tesla ha vinculado la compensación de Musk a 12 hitos basados en beneficios, productos y capitalización de mercado, con un fuerte enfoque en los robots humanoides
Optimus y en un vasto servicio de robotaxis. A pesar de la caída en ventas de vehículos el año pasado, Tesla sigue cotizando como una empresa de crecimiento, con una valoración de unas 75 veces su EBITDA.
La apuesta por los robots
Si Tesla se centrara únicamente en Optimus, necesitaría vender más de 100 millones de unidades anuales para alcanzar el objetivo máximo de EBITDA de 400.000 millones fijado en el paquete salarial, según cálculos de Reuters.
Se espera que Optimus se venda por unos 25.000 dólares y, con el actual margen de beneficio de EBITDA cercano al 15%, esa cifra sería necesaria. Con un margen duplicado, bastaría con vender la mitad de robots.
“Es un cuento de hadas”
Las cifras son enormes. Gene Munster, de Deepwater Asset Management, afirmó: “Al final del día, la razón por la cual esto funcionará o no, se reduce a Optimus”.
“Es un cuento de hadas, pero uno que podría hacerse realidad”, dijo Munster a Reuters.
Musk ya cuenta con una flota de prueba de unas tres docenas de robotaxis en Austin, Texas, con un objetivo inicial de un millón de vehículos. ARK Invest, uno de los mayores defensores de Tesla, proyecta una valoración de entre 7 y 10,9 billones de dólares para 2029, con ingresos anuales de robotaxis que oscilarían entre 603.000 y 951.000 millones.
ARK sostiene que Tesla podría quedarse con un 40–60% de las tarifas de los viajes, el doble de la participación de Uber. Aunque no incluyó los robots en su modelo, estimó que ese mercado podría valer 24 billones de dólares.
El propio Musk ha declarado que, en el futuro, los robots podrían representar hasta el 80% del valor de Tesla.
Por su parte, analistas de Morgan Stanley describieron el objetivo de EBITDA de 400.000 millones como “materialmente más agresivo” que sus propias proyecciones para los negocios de autos, energía y robotaxis de Tesla, señalando que ello “implicaría una contribución sustancial de Optimus y otros mercados de robots con IA que actualmente no figuran en nuestras previsiones”.
Algunos inversores celebraron el énfasis en nuevos productos, considerando que la compensación propuesta podría ayudar a superar los desafíos actuales de la compañía.
“Hay grandes obstáculos operativos que Tesla debe superar”, señaló Will Rhind, CEO de la emisora de ETF GraniteShares.
“Existen cuestiones que claramente deben revertirse, como la caída en las ventas, etcétera. Entonces, ¿por qué no vincular la compensación del CEO a la reversión de esas tendencias?”, citó Reuters a Rhind.