En el mundo digital de hoy en día, el tiempo de pantalla se ha convertido en uno de los aspectos más debatidos de la crianza de los hijos. Desde teléfonos inteligentes y tabletas hasta televisores y consolas de juegos, los niños están rodeados de dispositivos digitales y los padres a menudo luchan por lograr un equilibrio entre la tecnología como herramienta y la tecnología como distracción. Un estudio de 2016 de la Academia Americana de Pediatría recomendó que las familias desarrollaran "planes de uso de medios" adaptados a los valores de su hogar, subrayando que no hay una solución única. En la práctica, los padres tienden a caer en "campamentos" distintos cuando se trata de la gestión del tiempo de pantalla. Aquí hay cinco de los enfoques más comunes.
Los reguladores estrictosEstos padres imponen reglas rígidas sobre cuándo, cuánto tiempo y qué tipo de uso de la pantalla está permitido. El tiempo de pantalla podría estar limitado a una hora al día o permitido solo los fines de semana. Según un estudio de 2018 publicado en Preventive Medicine Reports, los niños con tiempo limitado de pantalla recreativa (menos de dos horas diarias) informaron niveles más altos de bienestar psicológico. Los reguladores estrictos creen que esta disciplina cultiva el enfoque, la rutina y los hábitos de vida más saludables. Sin embargo, los críticos argumentan que la restricción excesiva puede desencadenar la rebelión o el uso secreto de dispositivos en niños mayores.
Los guardianes educativosPara este grupo, el tiempo de pantalla es aceptable siempre que tenga un beneficio educativo. Los padres seleccionan aplicaciones, programas y contenido de YouTube que prometen enseñar matemáticas, lenguaje o resolución de problemas. Un estudio de 2016 publicado en Pediatría destacó cómo los medios digitales, cuando se eligen cuidadosamente, pueden apoyar el aprendizaje y el desarrollo cognitivo en niños en edad preescolar. Los guardianes educativos ven la tecnología como una extensión del aprendizaje, pero corren el riesgo de pasar por alto el valor del tiempo de inactividad o del juego puramente recreativo.
Los moderadores equilibradosLos padres equilibrados permiten tiempo de pantalla tanto divertido como educativo, guiados por la moderación. Monitorean el contenido, pero permiten flexibilidad, por ejemplo, una noche de cine en familia, algunos juegos en línea, seguidos de juegos al aire libre. Un estudio de 2020 en JAMA Pediatrics encontró que el tiempo moderado de pantalla no era dañino e incluso podía apoyar las conexiones sociales entre los niños. Los moderadores equilibrados intentan evitar que ellos mismos o sus hijos se sientan culpables, centrándose en cambio en límites saludables y conversaciones abiertas.
Los entusiastas positivos a la tecnologíaEste campamento abarca las pantallas como parte integral de la preparación de los niños para un futuro digital. Los padres de este grupo fomentan las aplicaciones de codificación, la edición de vídeo o incluso el uso responsable de las redes sociales desde una edad temprana. Según un estudio de 2020 en Parenting for a Digital Future, los padres que adoptan un enfoque tecnológico positivo a menudo creen que la alfabetización digital es tan importante como la alfabetización tradicional. Si bien esta mentalidad ayuda a los niños a adaptarse a carreras impulsadas por la tecnología, los críticos se preocupan por la sobreexposición temprana y las compensaciones de salud mental de la inmersión prolongada en la pantalla.
Los liberales relajadosEn el otro extremo del espectro están los padres que adoptan un enfoque sin manos, lo que permite a los niños una autonomía significativa con sus dispositivos. A veces esta es una elección consciente, confiar en que los niños se autoregulen, mientras que otras veces es el resultado de horarios ocupados o la falta de reglas claras. Un estudio de 2019 en Computers in Human Behavior estableció que los niños a los que se les da poca estructura alrededor del uso de la pantalla a menudo excedían los límites recomendados y mostraban niveles más altos de conflicto alrededor de los dispositivos. Si bien la libertad puede crear independencia, también corre el riesgo de uso excesivo y exposición a contenido inapropiado.
Entonces, ¿en qué campamento estás?La mayoría de las familias no encajan perfectamente en una categoría. Los estilos de crianza a menudo cambian dependiendo de la edad del niño, el temperamento y las demandas de la vida diaria. Lo que más importa no son solo las horas pasadas en las pantallas, sino la calidad del compromiso, el equilibrio con las actividades fuera de línea y las conversaciones que los padres tienen con sus hijos sobre el uso digital responsable. La forma en que los padres manejan el tiempo de pantalla tiene menos que ver con los dispositivos y más con los valores que esperan transmitir.