Para muchas familias multiculturales, o incluso en comunidades bilingües, los padres sienten el peso sobre sus hombros para asegurarse de que sus hijos hablen un inglés "perfecto" y los alentarán a hablar solo inglés en casa o en situaciones sociales.
Aunque este impulso proviene de motivos benévolos, la investigación ha demostrado razones convincentes por las que obligar a los niños a hablar inglés puede socavar su desarrollo lingüístico, su salud emocional y sus lazos familiares.
Aumento de la ansiedad y reducción de la autonomía en el aprendizaje de idiomasEn un informe del Consejo Británico de 2023, se examinó la ansiedad y la autonomía en relación con los alumnos de primaria que aprenden inglés en Egipto. El "estudio de cohorte" observó que los niños que informaron la presión de hablar inglés tenían ansiedad, particularmente para las niñas, lo que afectó su confianza y voluntad de usar el inglés.
Los investigadores sugirieron que los contextos de apoyo a la autonomía y baja ansiedad (por ejemplo, usar el trabajo en pareja para eliminar el miedo al castigo por cometer un error) son más efectivos para promover el aprendizaje de idiomas.
Esta relación inversa entre ansiedad y autonomía se refleja en el aula cuando los niños se ven obligados o presionados para que utilicen el inglés. Tienden a desconectar, reducir sus intentos de comunicarse y tener un menor control percibido del aprendizaje.
Cuando tienes libertad y apoyo para aprender inglés, lo aprendes mucho mejor.
Riesgo de dañar las relaciones entre padres e hijos y la identidad culturalUn artículo de investigación de 2023 publicado en el International Journal of Bilingual Education and Bilingualism destacó la tensión emocional que la aplicación de la comunicación solo en inglés puede imponer a las familias. Los niños que se resisten a hablar su lengua materna en favor del inglés pueden rechazar inadvertidamente no solo el idioma, sino también aspectos de su identidad cultural e incluso de sus padres, lo que lleva a la tensión y a la debilitación de los lazos familiares.
Las madres a menudo soportan la carga emocional de mantener entornos domésticos bilingües y los conflictos sobre el uso del lenguaje pueden crear más estrés dentro de los hogares. El estudio recomendó la comunicación abierta y continua y la negociación del uso del lenguaje a medida que los niños crecen, lo que les permite participar en la preservación de su idioma tradicional mientras desarrollan el dominio del inglés de forma natural.
Hablar inglés forzado puede impedir el desarrollo general del idiomaLos expertos en adquisición de idiomas enfatizan que el aprendizaje de idiomas florece en entornos ricos en interacción, conexión emocional y uso natural de idiomas significativos para el niño. Forzar el inglés interrumpe el proceso de adquisición natural al limitar la comunicación significativa, lo cual es fundamental durante el desarrollo de la primera infancia.
Además, la instrucción bilingüe o la valoración tanto del idioma nativo como del inglés, se asocia con mejores resultados cognitivos y una carga de aprendizaje reducida para niños con un dominio limitado del inglés. Suprimir el idioma nativo en favor del inglés puede impedir esta ventaja cognitiva, retrasar el desarrollo del lenguaje y reducir el rendimiento académico general.
Recomendaciones para padresLos recursos para padres y los expertos en idiomas sugieren las siguientes estrategias:
Crear contextos positivos y sin presión: Fomenta experiencias cómodas y lúdicas del idioma inglés en lugar de la práctica forzada.
Adopte el bilingüismo: Apoye la retención del idioma nativo junto con la adquisición del inglés para impulsar la salud cognitiva, social y emocional.
Usa el estímulo y el modelado: Fomenta el inglés a través del ejemplo y la conversación natural en lugar del castigo o la coerción.
Participar en actividades en ambos idiomas: cantar, jugar y leer en inglés y en los idiomas nativos, haciendo que el aprendizaje sea agradable y rico.
Obligar a los niños a hablar inglés puede crear ansiedad, dañar las relaciones familiares e interferir con el desarrollo del lenguaje natural. A través de entornos bilingües de apoyo y sin presión, los niños aprenden inglés de manera más efectiva mientras conservan su identidad cultural y bienestar emocional. Se anima a los padres a adoptar el bilingüismo, modelar el uso positivo del lenguaje y fomentar experiencias lingüísticas enriquecidas e interactivas adaptadas a los intereses de los niños y las etapas de desarrollo.