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De la artritis a las náuseas: 6 síntomas poco comunes del hígado graso

Los estilos de vida modernos están impulsando un aumento de la enfermedad del hígado graso, una condición en la que se acumula grasa en exceso en el hígado. Los primeros síntomas suelen pasar desapercibidos, pero las náuseas persistentes, el dolor en las articulaciones, el reflujo ácido, el cansancio y la sensación de plenitud abdominal pueden ser señales de este problema creciente. Ignorar estas señales puede provocar daños graves en el hígado.
De la artritis a las náuseas: 6 síntomas poco comunes del hígado graso
(Crédito de la imagen: iTimes Spanish)
El hígado graso es una de las enfermedades más comunes y a menudo ignoradas hoy en día, especialmente con los estilos de vida modernos marcados por el alto consumo de azúcar, alimentos procesados y la inactividad. El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, ocurre cuando se acumula exceso de grasa en el hígado. En sus primeras etapas, puede no mostrar síntomas claros. El cuerpo envía señales sutiles cuando el hígado está bajo estrés. Si no se trata, puede avanzar hacia problemas más graves como la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) o incluso cirrosis. A continuación, seis posibles señales, que van desde síntomas parecidos a la artritis hasta náuseas, que pueden indicar hígado graso.

1. Náuseas o malestar digestivo

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Uno de los primeros síntomas de la disfunción hepática es la náusea, especialmente después de comidas grasas o muy pesadas. Un hígado lento tiene dificultades para producir suficiente bilis, necesaria para digerir grasas, lo que provoca hinchazón, malestar e incluso vómitos. Esto ocurre cuando el hígado no logra filtrar bien las toxinas.

2. Dolor e inflamación en las articulaciones (síntomas tipo artritis)

El hígado graso está relacionado con la inflamación general del cuerpo, que puede causar dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones, síntomas parecidos a la artritis. Esto es común en personas con síndrome metabólico. Investigaciones muestran que quienes padecen artritis reumatoide o psoriásica tienen mayor riesgo de hígado graso debido a la inflamación, problemas metabólicos e incluso medicamentos para la artritis.

3. Acidez y reflujo ácido

Las personas con hígado graso a menudo sufren de acidez o reflujo, especialmente después de comidas pesadas. Cuando la digestión se vuelve lenta, aumenta la presión en el abdomen y el ácido regresa al esófago. Estudios señalan que la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es un factor de riesgo independiente para el reflujo, lo que hace importante considerar la salud del hígado al tratar estos síntomas.
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4. Fatiga o malestar constante

Cuando el hígado está sobrecargado de toxinas, la persona puede sentir cansancio constante, debilidad o una sensación general de malestar, incluso después de descansar. La fatiga es un síntoma frecuente en NAFLD y NASH, afectando tanto al cuerpo como a la mente.

5. Sensación de llenura o dolor abdominal

Dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen (donde se encuentra el hígado) puede ser señal de agrandamiento del hígado por acumulación de grasa. Puede sentirse como un dolor leve o sensación de llenura, especialmente después de comer. Si el malestar persiste, se recomienda consultar al médico.
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6. Ictericia (etapas avanzadas)

En los casos graves, el hígado graso puede impedir que el hígado procese la bilirrubina, provocando color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia). También puede causar moretones o sangrado con facilidad.
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