Durante décadas, nos hicieron creer que, al llegar a la edad adulta, nuestro cerebro estaba “fijo”: no se generaban nuevas neuronas y no había segundas oportunidades. Los libros de biología de la escuela secundaria lo repetían como un hecho: los adultos no regeneran neuronas.
Pero la neurociencia moderna ha derribado este mito. El Dr. Robert W. B. Love destaca que investigaciones recientes muestran que los mamíferos adultos, incluidos los humanos bajo ciertas condiciones,
sí pueden generar nuevas neuronas, especialmente en el
hipocampo, una región clave para la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional.
BDNF: el “fertilizante” natural del cerebro
Durante el ejercicio, nuestros músculos y tejidos liberan una proteína llamada
Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés).
El BDNF actúa como un fertilizante para el cerebro:
favorece la formación de nuevas neuronas, fortalece las conexiones entre ellas (ramificación dendrítica) y ayuda a que las neuronas existentes sobrevivan y funcionen correctamente. Niveles altos de BDNF se asocian con una
neurogénesis saludable en el hipocampo.
El mejor ejercicio para estimular la neurogénesis
El ejercicio no solo desarrolla músculos: también es una de las formas más efectivas de estimular el cerebro. El Dr. Love enfatiza que
no todos los tipos de ejercicio son iguales para aumentar BDNF y fomentar la neurogénesis.
En una conferencia reciente de neurología, el Dr. Austin Perlmutter mostró que
el entrenamiento de fuerza —como levantar pesas o ejercicios con el propio peso corporal— puede ser incluso más efectivo que el ejercicio aeróbico para liberar BDNF y proteger el cerebro, especialmente en adultos mayores o personas con riesgo de Alzheimer.
Evidencia científica
Diversos estudios confirman que el entrenamiento de fuerza mejora las capacidades cognitivas. Una revisión de 2023 encontró que
el ejercicio de resistencia aumenta significativamente los niveles de BDNF, aunque los efectos varían según la intensidad, duración y características individuales.
Altos niveles de BDNF se asocian con
menor riesgo de Alzheimer, retraso en el deterioro cognitivo y mejor supervivencia neuronal. Aunque el ejercicio no “cura” la enfermedad, aumentar el BDNF mediante entrenamiento de fuerza es
una de las estrategias no farmacológicas más eficaces.
Beneficios adicionales del entrenamiento de fuerza
El entrenamiento regular no solo protege tu cerebro, sino que también mejora la salud general:
- Mejora el estado de ánimo y la resistencia al estrés
- Favorece un sueño más reparador
- Regula el azúcar en sangre y mejora la salud metabólica
- Apoya la función cardiovascular
- Promueve la plasticidad cerebral y un rendimiento cognitivo óptimo con la edad
En resumen, levantar pesas o hacer ejercicios de fuerza regularmente
no solo fortalece tu cuerpo, sino que también
mantiene tu cerebro sano, ágil y adaptable a lo largo de la vida.