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Cómo mejorar la circulación de la sangre en las piernas de forma natural: causas, consejos de estilo de vida y terapias efectivas

Mejorar la circulación en las piernas es importante para evitar hinchazón, dolor y problemas vasculares. Con cambios naturales como ejercicio, buena alimentación y hábitos saludables, es posible mejorar el flujo sanguíneo. También ayudan terapias como la elevación de piernas, el uso de medias de compresión y técnicas de relajación.
Cómo mejorar la circulación de la sangre en las piernas de forma natural: causas, consejos de estilo de vida y terapias efectivas
(Crédito de la imagen: iTimes Spanish)
Mantener una buena circulación sanguínea en las piernas es esencial para la salud vascular general. Ayuda a prevenir molestias como hinchazón, dolor y venas varicosas. Existen métodos naturales basados en evidencia, como el ejercicio regular, cambios en la alimentación, ajustes en el estilo de vida y terapias que apoyan el buen funcionamiento de los vasos sanguíneos.
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Causas de la mala circulación

  • Aterosclerosis: Acumulación de grasa en las paredes de las arterias que las endurece y estrecha, dificultando el paso de la sangre.

  • Enfermedad arterial periférica (EAP): Provocada por la acumulación de placas en las arterias de las piernas y los pies.

  • Obesidad: El exceso de peso aumenta el riesgo de presión arterial alta, colesterol elevado y diabetes.

  • Insuficiencia cardíaca: Cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre al cuerpo.

Ejercicio y fortalecimiento muscular

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La forma más efectiva de mejorar la circulación en las piernas es hacer ejercicio regularmente. La contracción de los músculos, especialmente los de la pantorrilla, actúa como una “bomba” que empuja la sangre hacia el corazón y evita que se acumule por gravedad. Actividades simples como caminar, nadar o andar en bicicleta elevan el ritmo cardíaco y aumentan la producción de óxido nítrico, una molécula importante que relaja los vasos sanguíneos y mejora el flujo sanguíneo. Los ejercicios de resistencia—como sentadillas, elevaciones de talones o prensas de piernas—fortalecen los músculos que ayudan al retorno venoso. La terapia de ejercicio, guiada por profesionales, es muy útil para personas con enfermedad arterial periférica, ayudando a reducir síntomas y aumentar la distancia al caminar. Moverse con frecuencia también evita que la sangre se estanque y reduce el riesgo de coágulos.

Elevación de piernas y compresión

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La elevación de las piernas es una técnica natural que usa la gravedad para mejorar el retorno de la sangre hacia el corazón. En personas con insuficiencia venosa crónica, elevar las piernas por encima de la cadera disminuye la presión venosa y reduce la hinchazón. Las medias de compresión aplican una presión suave y progresiva que evita que la sangre se acumule en las venas. Son especialmente útiles para personas con venas varicosas o para quienes pasan mucho tiempo en cama. Combinarlas con ejercicio ofrece mejores resultados.

Ajustes en la alimentación

La nutrición también influye en la salud vascular. Una dieta rica en antioxidantes, fibra y grasas saludables mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos y reduce la rigidez arterial. Se recomiendan:
  • Verduras de hoja verde
  • Frutas
  • Cereales integrales
  • Frutos secos
  • Pescado
  • Aceite de oliva

Reducir la sal ayuda a disminuir la presión arterial y la retención de líquidos. Los alimentos con flavonoides—como bayas, cítricos y chocolate oscuro—mejoran la función del endotelio, la capa interna de los vasos sanguíneos. Los omega-3 del pescado reducen la inflamación y mejoran la circulación. Mantener una buena hidratación también es importante para asegurar un volumen sanguíneo adecuado.

Cambios en el estilo de vida

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Dejar de fumar es fundamental. La nicotina contrae los vasos sanguíneos y acelera la aterosclerosis. Mantener un peso saludable reduce la presión sobre las piernas y disminuye el riesgo de insuficiencia venosa y enfermedad arterial periférica. También es importante evitar pasar demasiado tiempo sentado o de pie. Hacer pausas y caminar mejora el flujo sanguíneo. Técnicas de relajación como el yoga pueden ayudar gracias a posturas que favorecen el retorno venoso, así como torsiones y posturas invertidas que estimulan la circulación.

Terapias naturales adicionales

Los baños tibios ayudan a dilatar los vasos sanguíneos. El cepillado en seco estimula la piel y puede mejorar la circulación y el drenaje linfático. La hidroterapia y los ejercicios en piscina ofrecen resistencia suave sin forzar las articulaciones, lo que es ideal para personas con problemas de movilidad. Consultar a un profesional de salud es importante para el uso adecuado de medias de compresión, cuidados para personas con diabetes y posibles tratamientos médicos.