Ford se alía con Renault para afrontar su “problema chino” en Europa mientras su CEO advierte: “Estamos luchando por sobrevivir”

Ford, el segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, se enfrenta a lo que su propia dirección describe como un grave “problema chino” en Europa — una situación tan seria que su CEO, Jim Farley, la ha calificado como una lucha por la supervivencia. Durante una comparecencia ante periodistas en París, Farley afirmó: “Sabemos que estamos luchando por nuestras vidas en esta industria, y no hay mejor ejemplo que Europa.” Sus declaraciones reflejan la presión que enfrenta Ford en un mercado europeo profundamente alterado por la rápida expansión de los fabricantes chinos. La competencia en Europa se ha intensificado con la llegada de marcas chinas lideradas por SAIC Motor y BYD, que ofrecen vehículos con tecnología avanzada a precios más bajos. Según Schmidt Automotive Research, los fabricantes chinos alcanzaron de forma conjunta alrededor del 6,7% del mercado europeo en el tercer trimestre, una cifra que ha aumentado rápidamente. Para Ford, el impacto ha sido especialmente duro. La compañía ha perdido cuota de mercado durante años, afectada por altos costos, una transición eléctrica más lenta y una creciente presión en precios frente a sus nuevos rivales chinos. Con el objetivo de revertir esta tendencia, Ford ha decidido asociarse con Renault para relanzar su negocio europeo. De acuerdo con The Wall Street Journal, Renault fabricará dos vehículos eléctricos pequeños para Ford, en una colaboración estratégica entre ambos fabricantes. Los modelos serán diseñados por Ford y co-desarrollados sobre una plataforma tecnológica de Renault, con producción prevista en el norte de Francia. El primer modelo de esta nueva generación de vehículos eléctricos llegará a los concesionarios europeos en 2028. Además, ambas compañías están explorando posibles colaboraciones en el segmento de vehículos comerciales, un área clave para el negocio europeo de Ford. Esta alianza marca un nuevo comienzo para Ford en Europa tras años de ajustes y reestructuraciones. En 2024, la compañía anunció la eliminación de 4.000 puestos de trabajo, principalmente en Alemania, seguida por otros 1.000 despidos anunciados en septiembre. Al resumir la historia reciente de la empresa en la región, Farley señaló: “Hemos pasado por muchas reestructuraciones y mucho trabajo duro. GM se fue. Nosotros decidimos quedarnos.” General Motors abandonó Europa en 2017 tras vender su negocio. Farley subrayó la importancia estratégica del continente y declaró: “Como empresa estadounidense, vemos Europa como la primera línea de la transformación global de nuestra industria. Cómo competimos aquí — cómo innovamos, colaboramos e invertimos — definirá el futuro de la próxima generación.” Sobre la decisión de no utilizar su plataforma eléctrica desarrollada en Estados Unidos, Farley explicó que, aunque Ford trabaja en un proyecto interno de EV en EE. UU., esta plataforma sería demasiado grande y costosa para el mercado europeo. “Francamente, Renault es más competitivo,” admitió el CEO, reconociendo que la tecnología del fabricante francés se adapta mejor a los segmentos compactos y sensibles al precio en Europa. Ford tiene un historial mixto de asociaciones en Europa. Sus modelos eléctricos Explorer y Capri, fabricados en la planta de Colonia con tecnología de Volkswagen, han tenido dificultades para generar beneficios. A pesar de la colaboración con Renault, Farley dejó claro que Ford no busca una integración más profunda. Al ser preguntado sobre posibles participaciones cruzadas entre ambas empresas, respondió de forma tajante: “Ford es una empresa profundamente independiente.” Con la creciente presión de los fabricantes chinos y Europa convertida en un campo de batalla clave para el futuro de la industria automotriz, la alianza entre Ford y Renault representa una apuesta estratégica crucial para asegurar la supervivencia de Ford en uno de los mercados más competitivos del mundo.