El Día de Acción de Gracias —aunque no sea una tradición originaria de nuestras tierras— se ha convertido en una oportunidad perfecta para reunir a la familia, agradecer, saborear platos deliciosos y, por qué no, acompañar el día con una buena lectura.
Y si algo sabe hacer la literatura latinoamericana es justamente eso: mezclarse con la emoción, el recuerdo, el calor familiar, la magia, la lucha, el humor y la identidad.
Para quienes quieran celebrar Thanksgiving con un toque más profundo y cultural, aquí presento una selección extensa de libros escritos por autores latinoamericanos —clásicos, contemporáneos, mágicos, oscuros y entrañables— que transforman cualquier sobremesa en un viaje literario.
1. “Como agua para chocolate” – Laura EsquivelNinguna recomendación puede abrir mejor la lista. Esta novela mexicana fusiona recetas, emociones y realismo mágico para recordarnos la conexión entre la cocina y el corazón. Perfecta para un día donde la comida lo es todo.
2. “Cien años de soledad” – Gabriel García MárquezLa saga de los Buendía es una obra maestra que retrata las raíces, la herencia y el ciclo eterno de las familias. Ideal para un día que celebra la unión y los lazos que perduran.
3. “La muerte de Artemio Cruz” – Carlos FuentesIntensa, introspectiva, y fragmentada, esta novela invita a mirar nuestra historia personal con honestidad. Una lectura para reflexionar después del banquete.
4. “El ruido de las cosas al caer” – Juan Gabriel VásquezUna exploración profunda del trauma, la memoria y la reconstrucción. Esencial si buscas una lectura más íntima y actual.
5. “Las cosas que perdimos en el fuego” – Mariana EnríquezCuentos inquietantes, oscuros y contundentes. Una lectura perfecta para quienes quieren algo más intenso que el pavo y el puré.
6. “Los deshabitados” – Marcelo Quiroga Santa CruzUna novela boliviana que indaga en la soledad y las vidas invisibles. Una invitación a valorar lo que solemos dar por sentado.
7. “Gracias” – Pablo KatchadjianUna obra potente sobre opresión, humanidad y libertad. Profunda y simbólica, encaja perfectamente en un día centrado en la gratitud.
Más lecturas para enriquecer tu mesa de Thanksgiving:8. “Pedro Páramo” – Juan RulfoBreve pero inolvidable. Un viaje a un pueblo habitado por voces del pasado que nos recuerda el poder de la memoria familiar.
9. “Aura” – Carlos FuentesMisteriosa, envolvente y escrita en segunda persona. Una joya del realismo mágico mexicano.
10. “Gracias por el fuego” – Mario BenedettiUn retrato íntimo de la familia, la ambición y el desencanto. Benedetti siempre sabe cómo tocar fibras sensibles.
11. “Temporada de huracanes” – Fernanda MelchorBrutal y bella. Melchor ofrece una historia poderosa sobre violencia, secretos y humanidad herida.
12. “Distancia de rescate” – Samanta SchweblinTensa y emocional, esta novela corta es capaz de atraparte en una sola tarde. Schweblin domina el suspenso psicológico.
13. “Octaedro” – Julio CortázarCuentos que mezclan lo extraño con lo cotidiano, llenos de inventiva y sensibilidad cortazariana.
14. “La casa de los espíritus” – Isabel AllendeUna saga familiar repleta de política, amor y realismo mágico. Perfecta para compartir y comentar en familia.
15. “El reino de este mundo” – Alejo CarpentierHistoria, revolución y real maravilloso en la Haití colonial. Una obra corta pero monumental.
16. “El túnel” – Ernesto SábatoOscura, psicológica y profundamente humana. Ideal para quienes prefieren finales que dejan pensando.
17. “La tregua” – Mario BenedettiUna historia dulce, melancólica y cotidiana, narrada a través de un diario íntimo. Conmueve sin esfuerzo.
¿Por qué elegir literatura latinoamericana para Thanksgiving?Porque celebra lo mismo que celebramos nosotros:
La familia, el hogar, los recuerdos, los sabores, las ausencias, la lucha, la alegría y la magia.Cada uno de estos libros —con su estilo y su época— refleja algo profundamente humano que encaja perfectamente con un día dedicado a agradecer.
Porque la literatura latinoamericana es un banquete:
Es diversa, emotiva, rica en tradición, rebelde, fantástica, salvaje, profunda y luminosa.Y, como toda buena comida, se comparte mejor en compañía.