El miércoles, China calificó la amenaza de un arancel adicional del 100% anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump como un “enfoque equivocado” para tratar con Beijing, mientras reafirmaba la legalidad y necesidad de sus controles de exportación sobre tierras raras y artículos relacionados. El país instó a Estados Unidos a abordar las diferencias a través del diálogo y la consulta sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo y el beneficio compartido.
"La posición de China ha sido consistente y clara. Es Estados Unidos quien solicita conversaciones mientras amenaza con altos aranceles y nuevas restricciones. Esta no es la forma correcta de tratar con China", afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
China subrayó que sus medidas de control de exportaciones están “en línea con las leyes y la práctica internacional” y fueron implementadas para salvaguardar la paz y la estabilidad regional, así como para cumplir con compromisos de no proliferación y otras obligaciones internacionales.
La decisión de Trump de imponer un arancel adicional del 100% sobre las importaciones chinas eleva el arancel total sobre bienes provenientes de China al 130%. Además, a partir del 1 de noviembre, Washington aplicará restricciones a la exportación de todos los programas críticos, como reacción directa a los recientes controles de exportación chinos sobre tierras raras, un sector en el que China mantiene un dominio global.