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Inundaciones en México dejan al menos 64 muertos y más de 60 desaparecidos: comunidades enteras siguen incomunicadas

El artículo informa sobre las devastadoras inundaciones que afectaron el centro y este de México entre el 6 y el 9 de octubre de 2025, dejando al menos 64 muertos y 65 personas desaparecidas. Las lluvias, provocadas por los remanentes del huracán Priscilla y la tormenta tropical Raymond, causaron desbordes de ríos, deslaves y el colapso de infraestructura en estados como Veracruz, Puebla, Hidalgo y Querétaro.Más de 10,000 elementos del Ejército y Protección Civil han sido desplegados para rescatar a los afectados y llevar ayuda humanitaria a las comunidades incomunicadas. Aunque el gobierno ha declarado la emergencia y prometido apoyo, miles de personas lo han perdido todo. La tragedia revive el debate sobre la falta de prevención ante desastres naturales en un país cada vez más golpeado por eventos climáticos extremos.
Inundaciones en México dejan al menos 64 muertos y más de 60 desaparecidos: comunidades enteras siguen incomunicadas
(Crédito de la imagen: iTimes Spanish)
Las lluvias más intensas del año han dejado una estela de destrucción y muerte en el centro y este de México, con al menos 64 personas fallecidas, 65 desaparecidas y miles de damnificados en zonas rurales y urbanas. Las autoridades continúan con los operativos de rescate mientras muchas comunidades permanecen aisladas sin agua, luz ni alimentos.El desastre natural, que afectó especialmente a los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo y Querétaro, fue provocado por lluvias torrenciales entre el 6 y 9 de octubre, asociadas a los remanentes de dos sistemas tropicales: el huracán Priscilla y la tormenta tropical Raymond. Aunque ambos sistemas se disiparon en el océano, su interacción con la geografía mexicana resultó devastadora. Lluvias récord y deslaves mortalesEn algunas zonas del estado de Veracruz, se reportaron acumulaciones de agua que superaron los 60 centímetros en solo tres días, provocando deslizamientos de tierra, desbordes de ríos y el colapso de caminos rurales y puentes.Las imágenes que llegan desde las zonas afectadas muestran viviendas cubiertas de lodo, carreteras arrasadas y familias atrapadas en techos esperando rescate. En Puebla, el municipio de Huauchinango fue uno de los más golpeados: al menos 12 personas murieron cuando un cerro colapsó sobre un conjunto de viviendas durante la madrugada. Operativo de emergenciaAnte la magnitud de la catástrofe, el gobierno federal desplegó a más de 10,000 elementos del Ejército, la Marina y Protección Civil, así como helicópteros y lanchas para rescatar a personas atrapadas y repartir víveres. Los rescatistas han tenido que abrirse paso entre lodo, árboles caídos y estructuras colapsadas.“La prioridad es salvar vidas y restablecer la comunicación con las comunidades aisladas”, declaró el secretario de Gobernación en conferencia de prensa. Al menos 20 municipios permanecen sin acceso por carretera, y algunas zonas siguen sin cobertura telefónica. Pérdidas humanas y materialesEl número de desaparecidos sigue aumentando a medida que avanzan las labores de búsqueda. Entre ellos hay niños, adultos mayores y trabajadores del campo que fueron sorprendidos por los desbordes mientras regresaban a casa o trataban de proteger sus pertenencias.Las pérdidas materiales son incalculables: cosechas destruidas, escuelas inundadas, centros de salud colapsados, y miles de viviendas inhabitables. El gobierno ha declarado emergencia nacional en las zonas más afectadas y anunció ayudas económicas para reconstrucción, aunque expertos advierten que la recuperación podría tomar meses o incluso años. Una tragedia que vuelve cíclicaMéxico es un país acostumbrado a los embates del clima, pero la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos han aumentado en los últimos años, alertan científicos y organizaciones ambientales. Aunque en este caso no se menciona de forma explícita, muchos especialistas advierten que el cambio climático podría estar detrás del aumento de estos eventos.En 2021 y 2023, inundaciones similares dejaron también decenas de muertos en estados como Chiapas y Tabasco. Sin embargo, las inversiones en infraestructura de prevención, sistemas de drenaje y alerta temprana siguen siendo limitadas, especialmente en comunidades rurales. Solidaridad y dolorMientras continúan los esfuerzos de rescate, miles de personas duermen en albergues improvisados o con familiares, sin certezas sobre cuándo podrán regresar a sus hogares. Las redes sociales se han llenado de llamados de ayuda, listas de personas desaparecidas y campañas para enviar alimentos, ropa y medicinas.El presidente de la República ofreció condolencias a las familias afectadas y prometió que “nadie quedará desamparado”. Pero en los poblados inundados, las promesas suenan lejanas frente a la urgencia de la realidad.“Perdimos todo. Lo único que quiero ahora es encontrar a mi hermana. La casa se la llevó el río”, dijo entre lágrimas una mujer en Papantla, Veracruz, entrevistada por medios locales.Un país golpeado, pero no vencidoMéxico enfrenta una de sus peores catástrofes naturales del año. Con comunidades enteras afectadas y una cifra de muertos que podría seguir aumentando, el país se enfrenta no solo a la reconstrucción material, sino también a un desafío de memoria y prevención.Las lluvias se han detenido, pero el agua aún no se retira de muchas zonas. Lo que sí queda claro es que los efectos del desastre seguirán presentes mucho después de que las cámaras de televisión se apaguen.