El transporte aéreo en Estados Unidos podría pronto
“reducirse a un hilo”, advirtió el secretario de Transporte
Sean Duffy este domingo, mientras el prolongado
cierre del gobierno sigue paralizando las operaciones y afectando los horarios de vuelo en todo el país, informó AFP.
Miles de vuelos fueron
cancelados o retrasados durante el fin de semana, después de que la administración Trump ordenara
reducir la capacidad en 40 aeropuertos para aliviar la presión sobre los controladores aéreos, muchos de los cuales trabajan
sin recibir salario desde que los fondos federales se agotaron el
1 de octubre.
El cierre, que ya entra en su
sexta semana, ha dejado a las agencias federales casi paralizadas. Muchos empleados públicos —incluido el personal de seguridad aeroportuaria y control de tráfico aéreo— están
suspendidos o trabajando sin pago, mientras el
bloqueo político entre republicanos y demócratas continúa.
En una aparición posterior en
State of the Union de CNN, Duffy advirtió que la situación podría
empeorar aún más si no se resuelve el conflicto presupuestario pronto.
El cierre prolongado ha generado
preocupación entre aerolíneas y sindicatos sobre la
seguridad de los pasajeros, los
retrasos en la programación y las
pérdidas económicas, que los analistas estiman en
miles de millones de dólares en productividad perdida en los sectores de
aviación y turismo.
La
Administración Federal de Aviación (FAA) afirmó que está priorizando los servicios esenciales, pero el
alto ausentismo del personal ya ha provocado
mayores tiempos de espera, retrasos en las rutas y reducción de capacidad.