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¿Podría tu ansiedad ser un ataque al corazón? Un estudio revela las señales de advertencia

Los síntomas de la ansiedad y del ataque al corazón a menudo se superponen, lo que puede provocar retrasos peligrosos en la búsqueda de atención médica. Los expertos en salud enfatizan que, aunque la ansiedad puede imitar la angustia cardíaca, también aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Reconocer las diferencias sutiles y buscar una evaluación médica pronta es crucial para ambas condiciones.
¿Podría tu ansiedad ser un ataque al corazón? Un estudio revela las señales de advertencia
(Crédito de la imagen: TIL Creatives)
Opresión en el pecho. Palpitaciones rápidas. Falta de aire. Sudoración. Para muchos, estos síntomas provocan un pensamiento familiar: “Es solo ansiedad”. Pero, ¿y si no lo es? Los expertos en salud advierten que distinguir entre ansiedad y un ataque al corazón puede ser mucho más complejo de lo que la mayoría imagina. Las señales físicas de ambas condiciones a menudo se superponen, lo que puede causar retrasos peligrosos en la búsqueda de ayuda. Una revisión exhaustiva publicada en Current Psychiatry Reports arroja nueva luz sobre este problema, revelando cómo la ansiedad no solo imita la angustia cardíaca, sino que también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Ansiedad y enfermedades del corazón: una conexión peligrosa El estudio destaca que hasta un 30 % de los pacientes desarrollan ansiedad significativa después de incidentes relacionados con el corazón, mientras que casi un tercio de quienes padecen insuficiencia cardíaca experimentan ansiedad persistente. Este estado constante de preocupación no solo afecta la salud mental; puede elevar la presión arterial, aumentar la inflamación y sobrecargar el corazón con el tiempo. Los investigadores encontraron que las personas con ansiedad crónica son más propensas a sufrir alteraciones del ritmo cardíaco y a tener peores resultados tras procedimientos cardíacos como cirugía de bypass o la implantación de desfibriladores. Cuando la ansiedad se siente como un ataque al corazón Uno de los hallazgos más llamativos es lo similares que pueden parecer los síntomas de la ansiedad a los de un ataque al corazón. Dolor en el pecho, mareos, sudoración y náuseas, todos signos característicos de emergencias cardíacas, también son comunes en los ataques de pánico. Esta superposición puede hacer que el diagnóstico sea extremadamente desafiante. A muchos pacientes se les dice que “solo están ansiosos” cuando, en realidad, están experimentando problemas cardíacos. Otros, consumidos por el miedo, se someten a pruebas cardíacas repetidas a pesar de no tener enfermedad del corazón subyacente. En ambos casos, las consecuencias pueden ser graves, desde ansiedad innecesaria hasta la falta de un tratamiento que podría salvar vidas. La revisión reveló que el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de pánico (TP) son mucho más comunes entre las personas que experimentan dolor en el pecho sin ningún diagnóstico cardíaco. Estos pacientes a menudo soportan visitas hospitalarias repetidas, pruebas costosas y una menor calidad de vida. Irónicamente, el miedo constante a un ataque al corazón, incluso cuando no está justificado, puede empeorar la salud cardiovascular al mantener al cuerpo en un estado prolongado de estrés. Cómo diferenciarlo Según Celano y sus coautores, la clave está en mirar más allá de lo físico. La preocupación persistente, los pensamientos intrusivos y la incapacidad de controlar la ansiedad en diferentes áreas de la vida son señales claras de un trastorno de ansiedad. En contraste, los síntomas de un ataque al corazón suelen desencadenarse por el esfuerzo físico y tienden a intensificarse con el tiempo. Se insta a los clínicos a evaluar a los pacientes cuidadosamente durante periodos tranquilos y estables e involucrar a los familiares al recopilar la historia médica, asegurándose de que ni la ansiedad ni los problemas cardíacos pasen desapercibidos. La revisión de Current Psychiatry Reports sirve como un recordatorio crucial: la ansiedad y los ataques al corazón pueden parecer peligrosamente similares, pero ambos requieren atención. Cualquier persona que experimente dolor en el pecho inexplicable, dificultad para respirar o palpitaciones debe buscar atención médica inmediata, incluso si sospecha que se trata de estrés. Las pruebas tempranas pueden salvar vidas, y la colaboración entre cardiólogos y profesionales de salud mental es clave para proteger tanto el corazón como la mente.