¿Incluso conociste a un niño que dejara de comer patatas fritas y masticar las rodajas de zanahoria en su lugar?
¡Nosotros tampoco!
Porque aquí está la verdad: conseguir que los niños coman verduras puede ser bastante difícil, ya que tienden a gravitar hacia los alimentos más "sabrosos" más que hacia los más saludables.
Pero cuando se trata de la vibrante y nutritiva hortaliza de raíz, la remolacha, vale la pena el esfuerzo.
Entra en la remolacha de raíz vibrante y a menudo subestimada.
Repleta de vitaminas, minerales y compuestos vegetales que rara vez se encuentran en tanta abundancia, la remolacha ofrece beneficios vitales para la salud que apoyan el crecimiento, la digestión, la inmunidad e incluso el poder cerebral en los niños. ¿Cereza en la parte superior? Con su profundo tono rojo-púrpura y su sabor naturalmente dulce y terroso, la remolacha se puede transformar en platos divertidos y aptos para niños al tiempo que ofrece una potencia de nutrición.
¿Cómo?
Estamos aquí para derramar los frijoles.
Por qué la remolacha es vital para la salud de los niñosLa remolacha es mucho más que solo otra verdura: es una opción rica en nutrientes ideal para cuerpos en crecimiento. Una taza de remolacha cocida, por ejemplo, proporciona fibra, folato, manganeso, potasio y otras vitaminas en un paquete bajo en calorías.
Apoya el crecimiento de la sangre y las células: Los niños a menudo corren el riesgo de deficiencia de hierro y anemia, especialmente en contextos donde la variedad dietética es limitada.
La remolacha contiene hierro no hemo y folato (vitamina B9), ambos esenciales para producir glóbulos rojos sanos y apoyar el crecimiento.
Ayuda a la digestión y a la salud intestinal: Con su rico contenido en fibra, la remolacha ayuda a mantener una digestión saludable, que es importante para los niños que pueden sufrir de estreñimiento o hábitos intestinales irregulares.
Aumenta la inmunidad y combate la inflamación: La remolacha está cargada de antioxidantes como betalains (pigmentos naturales que le dan el color rojo), que ayudan a reducir la inflamación y a proteger las células de daños.
Estas funciones apoyan el sistema inmunológico de los niños en crecimiento.
Mejora la circulación, el cerebro y la salud del corazón: Los nitratos presentes en la remolacha se convierten en óxido nítrico en el cuerpo, lo que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo. Para los niños, la mejora de la circulación puede apoyar la función cerebral, el suministro de oxígeno y la vitalidad general.
Bajo en calorías, alto en valor: Para los niños que tienden a picar alimentos procesados, ofrecer un vegetal bajo en calorías pero rico en nutrientes como la remolacha da un equilibrio saludable. Ayuda a proporcionar micronutrientes sin exceso de grasas y azúcares.
En resumen, introducir la remolacha en la dieta de un niño es un movimiento inteligente para el crecimiento, la inmunidad, la digestión, el cerebro y la salud de la sangre.
Maneras divertidas de hacer que los niños coman remolacha
A pesar de que la remolacha tiene grandes beneficios para la salud, muchos niños se resisten a ella debido a su sabor terroso o color inusual. Aquí hay ideas prácticas y divertidas para hacer que la remolacha sea más atractiva:
Mezclar en batidos: ¡Quién no querría un batido en un llamativo color rojo! Use remolacha cocida o cruda (pelada y picada) mezclada con frutas dulces como plátano, manzana o bayas.
El color rojo intenso puede sorprender a los niños de una buena manera.
Panqueques o gofres rosas: ¡Imagina tener una obra llena de panqueques rosas frente a ti! ¡Los panqueques de remolacha y los gofres pueden hacer el truco! Rallar o triturar la remolacha y añadirla a la masa de panqueques para obtener un divertido tono rosado. A los niños les encanta el color porque sienten que es un regalo en lugar de una verdura.
Hummus o salsa de remolacha: Use puré de remolacha mezclado con hummus o yogur con menta y especias suaves. Servir con palitos de verduras o galletas saladas, es una elección increíble para un refrigerio saludable.
Arroz o pasta de colores: Pasta rosa, ¿alguien? Después de cocinar arroz o pequeñas formas de pasta, mezcle con trozos de remolacha cocida o puré de remolacha. Los granos de color rosa se ven divertidos y tienen un sabor suave.
Paratha/roti de remolacha: Amasa puré de remolacha en masa de trigo integral para hacer panes planos coloridos. Sirva con dal suave o yogur, ¡ya que a los niños les encanta la novedad de la paratha rosa!
"Patatas fritas" de remolacha asada: No te importaría servir a los niños un bocadillo saludable, pero colorido, ¿verdad? Las rodajas finas de remolacha asada en el horno con un poco de aceite y un condimento suave pueden dar una alternativa crujiente a las patatas fritas. Pensando en golosinas saludables, ¡las patatas fritas de remolacha son para ganar!
Animar a los niños a comer remolacha no se trata solo de añadir otro vegetal; se trata de invertir en su salud, ahora y para el futuro.
Por lo tanto, incorporar la remolacha en la dieta de su hijo es una estrategia inteligente. ¿El enfoque inteligente para hacerlo? Comience poco a poco, introdúzcalo gradualmente, mezclándolo en platos familiares para que los niños reconozcan el sabor base. Hazlo visual: el llamativo color de la remolacha puede ser su mayor punto de venta (¡piensa en "panqueques arcoíris!", "¡batidos rosas!"). Combínalo con sabores familiares que a los niños les gustan (queso, yogur, fruta) para facilitar la aceptación.
Para que sea menos monótono, traiga una variedad de variedades: crudas, rallado, asadas, en puré: dar remolacha en diferentes texturas ayuda a los niños a encontrar lo que les gusta.
Sin embargo, tenga paciencia: puede tomar varias exposiciones para que un niño acepte una nueva verdura. Y lo más importante, *siempre* controle el tamaño de la porción. Si bien la remolacha es muy saludable, tiene nitratos naturales, por lo que la moderación es clave.