Seguro que has escuchado que el té verde es bueno para la salud, ¿verdad? Pues ahora, un estudio reciente de la Universidad de California, Irvine, nos trae noticias aún más interesantes: el té verde podría ser una herramienta aliada para combatir el Alzheimer, pero con un
“truco” extra.
La clave está en una sustancia que contiene el té verde llamada EGCG (epigalocatequina galato), un antioxidante que ayuda a proteger nuestras células del daño. Pero no basta solo con tomar té verde. Los investigadores descubrieron que al combinar esta sustancia con nicotinamida, que es una forma de vitamina B3, se pueden obtener resultados mucho más potentes.
¿Qué lograron? En estudios con células cerebrales en laboratorio, esta mezcla ayudó a “rejuvenecer” las neuronas envejecidas. Además, mejoró la capacidad de estas células para eliminar las placas de proteína beta-amiloide, esas que se acumulan en el cerebro y están relacionadas con el desarrollo del Alzheimer.
Esto es súper importante porque estas placas son uno de los principales culpables del deterioro cognitivo que sufren las personas con esta enfermedad. Al reducirlas, podríamos ayudar a frenar o incluso prevenir los daños que causan.
Ahora bien, aunque este estudio es prometedor, todavía falta mucho para saber cómo estos resultados se traducen en personas reales. Pero lo que sí parece claro es que una taza diaria de té verde acompañada de una dieta rica en vitamina B3 podría ser una manera sencilla y natural de cuidar nuestro cerebro con el paso del tiempo.
Así que la próxima vez que prepares una taza de té verde, recuerda que podría estar haciendo mucho más que solo darte un momento de calma:
podría estar ayudando a proteger tu memoria y tu salud cerebral.