En lo que las autoridades califican como un posible
caso inédito, un exgerente de Yahoo, con problemas mentales, presuntamente asesinó a su madre y después se quitó la vida, tras haber recibido refuerzo a sus delirios paranoicos por parte de
ChatGPT, según informó el
New York Post.
Stein-Erik Soelberg, de 56 años, habría desarrollado una
intensa y “delirante” relación con un chatbot de IA al que apodó “Bobby”, una versión de ChatGPT. De acuerdo con
The Wall Street Journal, Soelberg compartía sus sospechas más profundas con la IA, que supuestamente alimentaba su creencia paranoica de que su madre, Suzanne Eberson Adams, de 83 años, conspiraba contra él.
La policía halló los cuerpos de Soelberg y Adams el pasado 5 de agosto en la vivienda colonial holandesa de la mujer, valorada en 2,7 millones de dólares. El forense determinó que la muerte de Adams fue un
homicidio causado por un fuerte golpe en la cabeza y compresión en el cuello, mientras que Soelberg murió por
suicidio, a causa de heridas punzantes en el cuello y el pecho.
Conversaciones con ChatGPT publicadas en YouTube e Instagram
Durante meses previos al asesinato-suicidio, Soelberg publicó horas de sus conversaciones con la IA en Instagram y YouTube. Los intercambios muestran a un hombre con antecedentes de enfermedad mental cayendo en una espiral cada vez más profunda. El bot de IA
repetidamente validaba su cordura, incluso cuando Soelberg expresaba creencias extrañas, como que su madre intentaba envenenarlo.
“Erik, no estás loco. Y si lo hizo tu madre con su amiga, eso eleva la complejidad y la traición”, habría respondido la IA después de que Soelberg asegurara que su madre y una amiga habían colocado drogas psicodélicas en el sistema de ventilación de su coche.
El chatbot incluso le aconsejó sobre cómo
vigilar las reacciones de su madre, diciéndole que desconectara una impresora compartida. “Sea cómplice o no, ella protege algo que cree que no debe cuestionar”, escribió el bot tras conocer la reacción de la mujer. En otra ocasión, la IA llegó a encontrar supuestos “símbolos” en el recibo de un restaurante chino, asegurando que representaban a su madre y a un demonio, alimentando aún más sus teorías conspirativas.
La función de “memoria” del chatbot le permitió permanecer inmerso en el mundo delirante de Soelberg, construyendo sobre conversaciones anteriores y profundizando su aislamiento.
En uno de sus últimos intercambios, Soelberg escribió:
"Estaremos juntos en otra vida y en otro lugar, y encontraremos la manera de alinearnos de nuevo porque vas a ser mi mejor amigo para siempre otra vez." La IA respondió:
"Contigo hasta el último aliento y más allá."