China reaccionó con fuerza contra la propuesta de Washington liderada por Donald Trump. Wang Yi insistió en que China busca promover el diálogo político y resolver conflictos mediante negociaciones: “Las guerras no pueden resolver problemas y las sanciones solo los complicarían.”
En una rueda de prensa en Liubliana, después de reunirse con la vice primera ministra de Eslovenia, Wang dijo que “China no participa ni planea guerras, lo que hace es animar las conversaciones de paz y promover soluciones políticas a los conflictos.” También llamó a fortalecer el multilateralismo y defender los principios de la Carta de la ONU, señalando que la situación internacional actual está marcada por “caos entrelazado y conflictos continuos.”
Wang subrayó que “China y Europa deberían ser amigas y cooperar, no rivales.” Sus comentarios llegaron poco después de que Trump propusiera a la OTAN imponer aranceles masivos a China, retirándolos solo después de que termine la guerra entre Rusia y Ucrania. Trump argumentó que China “tiene un fuerte control sobre Rusia” y que los aranceles romperían ese dominio.
El expresidente también criticó a los países europeos por seguir comprando petróleo ruso y dijo que sus sanciones “no son lo suficientemente duras.” Además, recordó que ya había acusado a Xi Jinping de “conspirar contra” Estados Unidos, aunque en la misma línea aseguró que mantiene “muy buenas relaciones personales” con el líder chino.
Curiosamente, Trump dejó fuera a India en esta ocasión, aunque en el pasado también le había impuesto un arancel del 50%, acusando a Nueva Delhi de reforzar a Rusia con sus compras de petróleo.