Una historia de amor real en un ascensor Imagínalo: pides fideos y llega un repartidor. Se encuentran en el ascensor. Él de repente dice: “Hola, te amo”. Tú te ríes. Cinco meses después, están casados.
No es una película: esto pasó en la vida real. Esta es la historia de amor de Liu, un repartidor de comida de 27 años en Shenyang, China, y Hannah Harris, una profesora de jardín de infantes de 30 años de Alabama, según SCMP.
Cuando el amor no conoce barreras de idioma Cuando Liu conoció a Hannah, solo sabía dos frases en inglés: “hello” y “I love you”. Eso fue exactamente lo que dijo en el ascensor. Liu explicó: “No hablo mucho inglés, así que solo dije: ‘Hello, I love you.’” Hannah se rió, no porque fuera gracioso, sino porque era sincero. Ese fue su verdadero encuentro especial.
Desde ese momento en el ascensor en noviembre, surgió la chispa. Intercambiaron contactos. Usando aplicaciones de traducción y ayudándose mutuamente—Liu enseñando chino a Hannah, Hannah ayudando a Liu con inglés—llevaron su conexión del ascensor a la vida real. Liu le enviaba videos de cocina, patinaje y de su gato. Hannah compartía historias de su aula y del recreo.
Los fines de semana se convirtieron en repartos compartidos, visitas a pueblos fuera de Shenyang y verdadera compañía. A pesar de la barrera del idioma, encontraron un lenguaje común: buena comida, animales y aventuras.
Liu supo rápido que ella era “la indicada”. En enero, le propuso matrimonio en una estación subterránea, con un anillo de diamantes y palabras sentidas. Dijo: “Aunque nos conocemos hace poco, siento que ella es la indicada.” Meses después, se casaron en la ciudad natal de Liu, mientras los padres de Hannah enviaban su bendición por videollamada desde Estados Unidos.
Ahora viven juntos, compartiendo comidas, risas y lecciones de idioma (cinco palabras al día en cada idioma). Viven con su perro, Pudding. Liu quiere viajar por toda China con Hannah, y Hannah sueña con ser escritora—Liu la apoya completamente.
¿Por qué se volvió viral esta historia? Más allá del momento adorable en el ascensor, muestra el deseo universal de conexión, espontaneidad y bondad. En línea, la gente elogió su valiente propuesta, la dulzura de su historia e incluso a su perrito.
Liu y Hannah no son solo una historia de amor viral—demuestran que las chispas del azar pueden convertirse en algo mágico. Desde un ascensor en Shenyang hasta una vida juntos, esta historia nos recuerda: los mejores romances se viven, no se planean—entre fideos, palabras torpes, corazones y el valor de decir “I love you”.