En nuestros pueblos, desde hace generaciones, se habla del carácter de la gente según
“cómo nació”. Que si nació con luna llena, que si es Escorpio y por eso es intenso, o que si esa muchacha es Virgo, por eso es tan ordenadita. Lo cierto es que, creas o no, los signos zodiacales han sido una forma de entendernos a nosotros mismos y a los demás.
Y sí, en la vida diaria, se nota.
1. El carácter de cada quien se nota… y muchoEn la casa, en el trabajo, en la calle, uno ve cómo el signo influye en la forma de ser. El Aries que no puede quedarse quieto, la Piscis que llora con un bolero, el Leo que quiere ser el centro de atención en cada reunión familiar.
En nuestras culturas, donde el contacto humano es diario y fuerte, uno aprende a leer a las personas por su forma de hablar, mirar o hasta de abrazar — y muchas veces, eso tiene que ver con su signo.
2. Las relaciones, las compatibilidades… y los enredosEn la comunidad, en la familia, en el amor — los signos también meten la cola. ¿Nunca oíste eso de
“no te metas con un Escorpio, te va a hacer sufrir”? O “ese Sagitario es muy aventurero, no se queda quieto con nadie”.En nuestras costumbres, donde la familia es sagrada y el amor se vive con drama y pasión, la astrología ayuda a entender por qué con algunos te entiendes de volada… y con otros ni con veladora encendida.
Tierra con agua, fuego con aire… y si no, ¡que Dios los agarre confesados!
3. El trabajo también tiene su estrellaEl zodiaco puede dar pistas sobre en qué ambiente te vas a sentir como pez en el agua. El Capricornio que organiza la fiesta de la virgen con Excel y cronograma, el Cáncer que cuida a todos en la oficina como si fueran sus hijos, o el Acuario que trae ideas locas pero brillantes.
En la cultura hispana, donde muchas veces trabajamos desde jóvenes, con las manos y el corazón, encontrar una vocación que te llene el alma puede ser más importante que un título colgado en la pared.
4. Conocerse para crecer — eso también es feNo se trata de que el horóscopo diga qué hacer con tu vida. Pero sí puede ser una forma de mirar hacia dentro. Entender por qué te molesta tanto el caos si eres Virgo, o por qué te cuesta comprometerte si eres Sagitario.
Como decían los abuelos:
“Conócete a ti mismo y conocerás al mundo.”Y si eso lo logras con ayuda de tu signo, bienvenido sea.
5. Entre creencia, costumbre y fe popularLa astrología en nuestros países es parte del día a día. Desde el horóscopo del periódico hasta la vecina que te dice “tienes la luna en contra”. Y aunque algunos lo ven como juego, para otros es tan válido como una oración o una limpia.
En nuestras culturas, donde conviven la iglesia, la brujita del barrio, el rezo, la vela, el rosario y la carta astral, los signos son una forma más de entender el misterio de vivir.
Al final, todo es parte del caminoNo se trata de vivir según lo que dice un horóscopo… pero sí de tener herramientas para conocerte, para entender a los demás, y para crecer sin dejar de lado lo que somos: gente de fe, de calle, de familia, de emociones vivas.
Los signos no lo son todo, pero como los refranes, los sueños y los santos… también traen mensaje.
