Mira, cada quien nace con su carácter, con su estrella, como dicen los viejos. Pero también venimos a esta vida a aprender algo. Porque hasta el más sabio tiene algo que trabajar. Y tu signo puede decirte qué es eso que viniste a pulir, como quien pule un cuchillo con piedra — con paciencia, con constancia.
Te lo voy a decir como me lo enseñaron a mí:
con dicho, con verdad, y con cariño. Aries – Aprende a tener pacienciaTú siempre estás corriendo, queriendo hacer todo ya. Pero la vida no es una carrera, mijo/mija. A veces el que se apura, se tropieza. Escucha, respira. La sabiduría también vive en el silencio y en el esperar.
- “Más vale paso que dure y no trote que canse.”
Te gusta lo seguro, lo conocido. Pero la vida cambia, hijo. Las casas se mudan, la gente parte, las cosas se acaban… y todo eso duele. Pero también te hace crecer. Si tus abuelos pudieron cruzar países, tú puedes cambiar de piel.
- "El que no se adapta, se queda atrás."
Tú andas en todo, como mosca en leche. Sabes de mil cosas, pero a veces no terminas ninguna. Ponte serio. Escoge una sola cosa y hazla bien. Escucha más, habla menos. Aprende a quedarte quieto y ver qué florece.
- “El que mucho abarca, poco aprieta.”
Tú tienes el corazón lleno de recuerdos… y a veces de dolores viejos. Pero guardar tanto te hace daño. No todo lo que se rompe se tiene que pegar. Llora si hace falta, pero no vivas en el pasado. Los muertos se honran, pero la vida sigue.
- “Agua que no has de beber, déjala correr.”
Tú brillas, no hay duda. Tienes un alma fuerte. Pero el mundo no gira solo por ti. Aprende a escuchar, a compartir la luz. El verdadero líder no grita, guía con el ejemplo.
- “El sol sale para todos.”
Tú quieres que todo esté perfecto: la mesa, la vida, las emociones. Pero nada en esta vida es perfecto. Ni la tortilla sale redonda siempre. Confía más en ti, en la gente, en Dios si crees. No tienes que tener todo bajo control.
- “El que no se arriesga, no cruza el río.”
Siempre estás pensando en los demás. ¿Y tú, cuándo? No se puede complacer a todos, y tampoco se debe. A veces hay que ponerse primero. Y no, eso no es egoísmo, es dignidad.
- “Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre.”
Tu corazón es profundo y fuerte, pero cuando te hieren… no olvidas. Y eso te hace cargar con cosas que ya no te sirven. Perdona, no por ellos, sino por ti. No te lleves los rencores a la cama, ni a la tumba.
- “El que no perdona, se envenena solo.”
Te encanta andar de aquí para allá. Libre como el viento. Pero la libertad también tiene raíz. El compromiso no es una cárcel — es un camino. Hazte responsable de lo que dices y de a quién le prometes.
- “No es libre el que hace lo que quiere, sino el que sabe lo que hace.”
Tú trabajas duro, eso nadie lo niega. Pero también hay que saber cuándo parar. La vida no es solo trabajar. Tómate un café lento, baila un son, ríete fuerte. No vinimos solo a sobrevivir, también a gozar.
- “No solo de pan vive el hombre.”
Tú piensas mucho. Ideas, sueños, futuro… pero ¿y el corazón? A veces hay que llorar, abrazar, cantar con el alma. No todo se arregla con lógica. Siente. Habla con tu madre, baila con tu gente, canta con tu pecho.
- “El que no siente, no vive.”
Tú eres un alma buena, das hasta lo que no tienes. Pero no puedes salvar a todo el mundo. Aprende a decir "no", a cuidar tu energía. No es malo cuidar de ti — es necesario.
- “Candil de la calle, oscuridad de tu casa.”
La vida no es perfecta, pero sí es sagrada. Escucha a tu signo, pero también escucha a tus raíces, a tu abuela, a tu cuerpo, a tu fe.
Porque crecer no siempre se nota — a veces solo se siente. Y si estás leyendo esto, es porque ya estás en camino.
