¿Te ha pasado que, de repente, las cosas dejan de fluir? Los mensajes se malinterpretan, los planes se retrasan, te cuesta tomar decisiones... como si el universo pusiera el freno de mano sin avisarte. Tal vez no es solo cosa tuya. Tal vez hay un planeta retrógrado.
Y no, no es brujería. Tampoco es una excusa cósmica para no hacer nada. Pero sí es una invitación:
a pausar, revisar y reconectar. ¿Qué es un planeta retrógrado y por qué importa?Un planeta está
"retrógrado" cuando, desde la Tierra, parece moverse hacia atrás. No lo está haciendo literalmente, pero así se ve desde aquí abajo. Para la astrología, este movimiento no es casual:
simboliza un giro hacia adentro. Como si esa energía planetaria estuviera diciéndote:
“espera, volvamos un momento, ¿qué te estás olvidando de mirar?”. No es caos, es correcciónMucha gente le tiene miedo a los retrógrados —especialmente cuando escuchan “Mercurio retrógrado”— porque suele haber confusión, retrasos o malentendidos. Pero no están hechos para fastidiarte la vida. Están ahí para que pares un segundo y te preguntes:
- ¿Esto que estoy haciendo todavía tiene sentido para mí?
- ¿Estoy comunicando lo que realmente quiero decir?
- ¿Estoy repitiendo patrones antiguos sin darme cuenta?
Cada planeta tiene su estilo de “pausa”- Mercurio retrógrado: ideal para repensar tus palabras, arreglar malentendidos, revisar contratos o volver a hablar con alguien del pasado.
- Venus retrógrado: el amor y el dinero se sacuden un poco. Surgen dudas en relaciones o en cómo valoras a los demás (y a ti mismo).
- Marte retrógrado: te falta energía o motivación, pero eso no es flojera. Es tu cuerpo pidiendo estrategia en vez de prisa.
¿Qué hacer durante un retrógrado?- Reflexiona, no reacciones.
No tomes decisiones impulsivas. Si algo te incomoda, pregúntate por qué. A veces lo que molesta es lo que necesita ser sanado.
Hay cosas que dejamos a medias: conversaciones, sueños, tareas. Un retrógrado es perfecto para cerrar ciclos o retomar caminos abandonados.
- Limpia lo que ya no sirve.
No solo el armario. Revisa creencias, relaciones o hábitos que ya no vibran contigo.
A veces reaparece alguien del pasado. No siempre es para volver. Tal vez solo para que veas cuánto has crecido.
La pausa también es progresoEstamos tan obsesionados con avanzar que a veces olvidamos que retroceder un paso no siempre es perder. Puede ser preparar el salto. O simplemente, respirar.
Los planetas retrógrados no están en tu contra. Son maestros silenciosos. Te hacen preguntas incómodas, sí, pero necesarias.
Cuando el Universo Te Pide Pausa: El Orden que Nace del Caos RetrógradoNo corras si tu alma necesita caminar. No te exijas brillar cuando el universo te invita a apagar la luz un rato y mirar hacia adentro.
El caos de un retrógrado puede ser el inicio del orden que necesitabas.