Apple planea aprovechar la inteligencia artificial generativa para acelerar el diseño de sus chips personalizados, marcando un cambio significativo en la forma en que la compañía desarrolla el silicio que impulsa sus dispositivos. Johny Srouji, vicepresidente senior de tecnologías de hardware de Apple, reveló las ambiciones de la empresa en torno a la IA durante un discurso en Bélgica el mes pasado, mientras aceptaba un premio de la industria.
"Las técnicas de IA generativa tienen un alto potencial para lograr más trabajo de diseño en menos tiempo, y pueden suponer un gran impulso en productividad", dijo Srouji, según una grabación revisada por Reuters. El ejecutivo destacó que Apple adopta constantemente herramientas de vanguardia para el desarrollo de chips, incluyendo el software más reciente de las empresas de automatización de diseño electrónico.
El anuncio refleja el impulso agresivo de Apple hacia el desarrollo de semiconductores impulsados por IA.
Llega en un momento en que las principales empresas de software de diseño de chips, como Cadence Design Systems y Synopsys, compiten por integrar capacidades de IA en sus plataformas. Estas compañías proporcionan herramientas fundamentales que Apple utiliza para gestionar la complejidad de sus chips personalizados.
Srouji también reflexionó sobre la audaz transición de Apple en 2020, cuando pasó de utilizar procesadores Intel a sus propios chips Apple Silicon en las computadoras Mac, describiéndolo como una apuesta de todo o nada, sin plan de respaldo. “Nos la jugamos completamente, incluyendo un esfuerzo monumental en software”, afirmó.
Las ambiciones de Apple en el diseño de chips van más allá de los productos actuales. Informes recientes indican que la compañía está desarrollando nuevos procesadores para futuras gafas inteligentes y servidores de IA, con lanzamientos previstos para 2026-2027. El chip M5 de la compañía, construido con arquitectura avanzada de 3nm, ya habría entrado en producción en masa.
Este enfoque basado en IA para el diseño de chips representa el esfuerzo más reciente de Apple por mantener su ventaja competitiva en silicio personalizado, una estrategia que comenzó con el procesador A4 en 2010 y que se ha convertido en un pilar central de la diferenciación de hardware de la empresa.
