El presidente de Panamá,
José Raúl Mulino, ha denunciado que un funcionario de la Embajada de Estados Unidos en su país
amenazó con revocar las visas de funcionarios panameños debido a las relaciones de Panamá con China. Esta acusación se produce en un contexto de creciente presión estadounidense para limitar la influencia china en la región, especialmente en torno al estratégico Canal de Panamá.
Mulino calificó esta amenaza como inconsistente con la
"buena relación" que Panamá busca mantener con Estados Unidos, aunque no proporcionó ejemplos específicos de visas que hayan sido efectivamente canceladas. Por su parte, la Embajada estadounidense en Panamá no ha emitido comentarios oficiales al respecto.
La tensión se intensificó desde febrero de este año, cuando
el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, visitó Panamá para instar al país a
reducir la influencia china sobre el Canal de Panamá. Poco después, Panamá anunció
su retiro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una decisión que Beijing criticó como resultado de la presión estadounidense. Sin embargo, Panamá ha negado de manera categórica que China controle o gestione las operaciones del canal.
Este episodio es parte de una política más amplia de Estados Unidos, que durante la administración Trump ya había advertido sobre
la restricción de visas para funcionarios latinoamericanos
con vínculos a partidos comunistas chinos o que actúen en detrimento de la democracia regional. En ese sentido, otros altos cargos como
el expresidente costarricense Oscar Arias y la vicepresidenta Vanessa Castro también denunciaron la revocación de sus visas por supuestos contactos con China.
El presidente Mulino reiteró que Panamá pretende mantener la neutralidad del canal y
no desea ser involucrado en la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China. Criticó el uso de amenazas relacionadas con visas como una herramienta diplomática inadecuada y reafirmó la soberanía panameña sobre sus decisiones en materia de relaciones exteriores.
Este caso refleja las complejidades de la influencia global de China y las estrategias de Estados Unidos para contrarrestarla en regiones clave como América Latina, donde el Canal de Panamá es un punto geoestratégico vital para el comercio mundial.