Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase & Co., conocido durante mucho tiempo por su escepticismo sobre el oro, ahora considera que mantener el metal es “semi-racional” dadas las condiciones actuales del mercado. Hablando en la conferencia Fortune’s Most Powerful Women en Washington, Dimon declaró: “No soy comprador de oro — cuesta un 4% tenerlo. Pero fácilmente podría llegar a $5,000, $10,000 en entornos como este. Esta es una de las pocas veces en mi vida en que es semi-racional tener algo en tu cartera”.
Los precios del oro han aumentado significativamente en los últimos dos años, subiendo desde menos de $2,000 por onza hasta niveles que han superado a los mercados de valores del siglo XXI. El aumento refleja que los inversores buscan activos refugio en medio de presiones inflacionarias y tensiones geopolíticas. Dimon señaló: “Los precios de los activos están bastante altos, y en mi mente, esto afecta casi todo en este momento”.
Otros actores financieros importantes han confirmado esta tendencia. Goldman Sachs elevó su previsión de oro para diciembre de 2026 a $4,900 por onza desde $4,300, citando fuertes compras de ETF occidentales y adquisiciones esperadas de bancos centrales. HSBC aumentó su proyección para 2025 a $3,355 por onza desde $3,215 y fijó un nuevo objetivo promedio de $3,950 para 2026, señalando tensiones políticas, inestabilidad financiera y debilitamiento del dólar estadounidense. ANZ predice que el oro alcanzará los $4,400 por onza a finales de 2025, con un pico de $4,600 en junio de 2026 antes de descender gradualmente a medida que concluya el programa de flexibilización de la Reserva Federal.
Ken Griffin, fundador de Citadel, expresó su preocupación por el hecho de que los inversores vean cada vez más el oro como una alternativa estable al dólar, describiendo este cambio como “realmente preocupante”. El consenso entre estas instituciones es que la demanda de refugio seguro, junto con las compras institucionales y de bancos centrales, podría seguir impulsando los precios del oro durante 2026.