“La nueva tarifa de visa de $100,000 hará que resulte prohibitivo para los empleadores estadounidenses, especialmente para las startups y las pequeñas y medianas empresas, utilizar el programa H-1B. Este programa fue creado por el Congreso precisamente para garantizar que empresas de todos los tamaños puedan acceder al talento global necesario para expandir sus operaciones en Estados Unidos”, afirmó Bradley, según un comunicado oficial de la Cámara de Comercio de EE. UU.
Bradley también señaló que, aunque la administración del presidente Trump ha priorizado la seguridad fronteriza y el crecimiento económico, la Cámara considera que la economía estadounidense sigue necesitando trabajadores calificados para sostener su expansión.
La Cámara respalda reformas migratorias específicas que simplifiquen el proceso de obtención de visas y ayuden a retener talento global en el país. “El presidente Trump ha emprendido una ambiciosa agenda para implementar reformas fiscales permanentes orientadas al crecimiento, liberar la energía estadounidense y reducir la excesiva regulación que ha frenado el desarrollo económico. La Cámara y sus miembros han apoyado activamente estas iniciativas para atraer más inversiones al país. Para mantener este crecimiento, nuestra economía necesitará más trabajadores, no menos”, explicó Bradley.
La organización agregó que está dispuesta a colaborar con el Congreso y la administración para crear un sistema más justo y práctico para los empleadores que dependen del programa H-1B, garantizando así que Estados Unidos siga siendo competitivo en la atracción de talento global.