El exasesor de Seguridad Nacional (NSA) de EE. UU.,
John Bolton, de 76 años, ha sido
acusado por un gran jurado federal en Maryland de
18 cargos de transmisión y retención de información clasificada. Según la acusación, Bolton usó correos electrónicos y aplicaciones privadas para enviar “documentos ultrasecretos” a
personas no autorizadas, presuntamente su esposa e hija.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, los materiales —más de 1.000 páginas— contenían inteligencia sobre
posibles ataques, adversarios extranjeros y relaciones de política exterior de EE. UU.. Cada cargo conlleva una
pena máxima de 10 años de prisión.
La fiscal general
Pam Bondi declaró:
Bolton, quien fue NSA entre
2018 y 2019 durante el mandato de Donald Trump y previamente embajador de EE. UU. ante la ONU bajo George W. Bush, rechazó los cargos. Los calificó de
“represalia política”, vinculando el caso con el intento fallido de Trump de bloquear la publicación de sus memorias
The Room Where It Happened.
Trump respondió calificando a Bolton de “tipo malo” y añadió:
“Así son las cosas.” La acusación se produce mientras el Departamento de Justicia también ha presentado cargos contra otros dos críticos de alto perfil de Trump: la
fiscal general de Nueva York, Letitia James, y el
exdirector del FBI, James Comey, quienes han negado las acusaciones y las describen como motivadas políticamente.