El presidente de EE. UU., Donald Trump, confirmó este domingo que las fuerzas estadounidenses atacaron y destruyeron un “submarino muy grande” que transportaba drogas hacia territorio estadounidense. Según Trump, si la embarcación hubiera llegado a la costa, al menos 25.000 estadounidenses habrían muerto.
El mandatario también informó que Estados Unidos repatriará a dos presuntos narcotraficantes a sus países de origen —Ecuador y Colombia— tras el ataque militar al “submarino narco” en el Caribe, en el que murieron otras dos personas.
Video del ataqueLa Casa Blanca publicó un video del operativo, compartido también en Truth Social por Trump. En las imágenes se observa claramente el ataque al submarino, con disparos continuos mientras la nave avanza por el agua.
Trump declaró: “Fue un gran honor destruir un submarino muy grande que transportaba drogas y que navegaba hacia Estados Unidos por una conocida ruta de narcotráfico”. Afirmó además que la embarcación transportaba fentanilo y otras drogas peligrosas. “Dos de los terroristas murieron. Los dos sobrevivientes serán devueltos a sus países de origen, Ecuador y Colombia, para ser detenidos y procesados”.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, confirmó en X que el sospechoso colombiano había sido repatriado. “Nos alegra que esté con vida y será procesado conforme a la ley”, escribió.
Una ofensiva contra el narcotráficoTrump señaló que esta operación forma parte de una campaña militar para cortar el flujo de drogas desde América Latina hacia EE. UU. Desde septiembre, al menos seis embarcaciones —principalmente lanchas rápidas— han sido atacadas por fuerzas estadounidenses en el Caribe, y se cree que algunas procedían de Venezuela.
Washington sostiene que estos ataques han asestado un golpe decisivo a los narcotraficantes, aunque no ha presentado pruebas de que las 27 personas muertas hasta ahora fueran efectivamente contrabandistas.
Expertos y organizaciones de derechos humanos han advertido que este tipo de ataques sumarios son ilegales incluso si tienen como objetivo a narcotraficantes identificados.
El gobierno estadounidense no ha revelado de dónde partió el submarino. Desde hace años, embarcaciones semisumergibles construidas en astilleros clandestinos en la selva se utilizan para transportar cocaína desde Sudamérica —principalmente Colombia— hacia Centroamérica o México, a menudo a través del océano Pacífico.