Imaginate la escena: una joven de 27 años, confiada, aguda, saltarina frente a los micrófonos del ala oeste. Esa es Karoline Leavitt. Pero lo que muchos no ven de ella es el mundo que late en su hogar: su marido, un hombre introvertido que le lleva 32 años, y un bebé que ya forma parte de la rutina presidencial.
El amor no entiende de edadesKaroline y Nicholas Riccio se conocieron en 2022, en un evento político en New Hampshire. Él, un empresario inmobiliario de 59 años—ex sintecho, hoy padre y esposo dedicado; ella, una estrella política en ascenso. Empezaron como amigos… y el amor llegó luego de una conversación y risas compartidas
En enero de 2025 se casaron en secreto, justo antes de la segunda investidura de Trump. En diciembre habían anunciado su compromiso con una foto de Karoline y su enorme anillo:
“Me casé con el hombre de mis sueños… ¡soy tan bendecida!”, escribió ella emocionada.
Niko: pequeñito y poderosoEn julio de 2024 nació Niko, su primer hijo. Apenas cuatro días después del intento de magnicidio contra Trump, Karoline regresó a la campaña, porque, dice, quería estar presente en esos momentos históricos. Y el pequeño Niko, aún en pañales, asistió a su primer día de trabajo en la Casa Blanca: la imagen de ella, trabajando con su bebé en brazos se volvió viral.
Cuando la política se mezcla con la cotidianeidadKaroline se describe a sí misma como todo lo opuesto a su marido: extrovertida, carismática… él, todo lo contrario:
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Es introvertido y no le gusta lo de las redes. Pero es mi fan número uno, el mejor padre y el hombre más increíble que conocí”, confesó encantada
Imaginá la escena en casa: ella, comentando la jugada mediática del día; él, tranquilo, quizás leyendo un libro o preparando el jugo matutino. Una dupla inusual, pero que funciona.
El equilibrio en medio del caosSu historia no es solo viralidad, es real. Karoline equilibra maternidad, política, y el ruido mediático. Ella cuenta que ser mamá le da perspectiva: un mal día ante los medios se relativiza cuando vuelve a los brazos de Niko .
Él, por su parte, no posa para las fotos, pero está allí, sosteniendo el hogar y respaldando su carrera cada paso del camino, en silencio pero con fuerza .
La frase que lo resume todoEn una entrevista con Megyn Kelly, ella lo dejó claro:
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Es mi mayor apoyo, mi mejor amigo y mi roca”.
Y sobre ese salto generacional entre ellos:
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Es una historia de amor poco habitual… pero es increíble”
Amor, política y pañales: la otra cara de Karoline LeavittKaroline Leavitt es una figura poderosa. Pero su motor es otro: ese matrimonio poco convencional, el compañerismo de su esposo y el abrazo cotidiano de la crianza con su pequeño. Un combo curioso y tierno que muestra que en medio de la política, el amor y la familia también encuentran su espacio.