¿Cáncer de piel o algo más? 5 señales que nadie debería ignorar

Presta atención a los cambios sutiles en la piel, ya que manchas o parches aparentemente inofensivos podrían ser señales de cáncer de piel. Los cambios cutáneos son parte de la vida: rasguños, picaduras y granos van y vienen. Pero cuando algo no se ve ni se siente bien durante mucho tiempo, está bien hacer preguntas. Está bien ser precavido.
¿Cáncer de piel o algo más? 5 señales que nadie debería ignorar
Una mancha repentina en el brazo, una zona reseca en la pierna o una pequeña llaga que no desaparece suelen considerarse problemas menores de la piel. La mayoría de las veces, se trata simplemente de un sarpullido o una picadura de insecto. Pero a veces, lo que parece inofensivo puede ser una señal de algo mucho más grave, como el cáncer de piel. El cáncer de piel no siempre se presenta con señales evidentes. Se esconde detrás de síntomas que resultan familiares, incluso rutinarios. Por eso, es importante observar con atención, especialmente cuando ciertos cambios cutáneos persisten, evolucionan o no responden a los tratamientos habituales. Aquí te presentamos cinco señales sutiles que pueden confundirse con otras afecciones, pero que merecen atención médica. Ese “grano terco” que nunca sana Un bulto que parece un grano pero que no cicatriza después de varias semanas —e incluso sangra o forma costras repetidamente— podría ser más que acné. El carcinoma basocelular, el tipo de cáncer de piel más común, suele comenzar así. A diferencia del acné, estas lesiones tienden a permanecer o crecer lentamente, y pueden lucir perladas, brillantes o cerosas.
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Aquí es donde la observación importa. Mientras que el acné desaparece, los bultos cancerosos se mantienen. Si un “grano” regresa siempre al mismo lugar o no sana, es momento de evaluarlo. Una mancha que parece eccema, pero no lo es El carcinoma escamoso a menudo comienza como una zona rojiza y escamosa que puede picar o agrietarse, muy parecida al eccema. Pero, a diferencia del eccema, no mejora con cremas humectantes ni esteroides. Con el tiempo, puede engrosarse o empezar a sangrar. Lo complicado es que se parece a algo muy común: la piel seca, especialmente en invierno. Pero si una zona reseca empeora, cambia de forma o color, necesita atención médica.
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Un lunar que siempre estuvo ahí, pero ahora luce “un poco raro” El melanoma —la forma más peligrosa de cáncer de piel— no siempre aparece de forma repentina. Puede originarse en un lunar que ha estado en la piel durante años. Lo que debe alertarte es si ese lunar cambia de forma, tamaño o color. Algunos incluso desarrollan un borde borroso o desigual. Aunque parezca un cambio mínimo, en salud cutánea, los pequeños cambios son significativos. Un lunar que se oscurece, crece o pica debe ser revisado por un dermatólogo. Una franja en la uña que nunca habías notado Una línea oscura o negra que atraviesa verticalmente la uña de la mano o del pie puede ser señal de un tipo raro de melanoma llamado melanoma subungueal. Es fácil confundirlo con un golpe o pigmentación normal, especialmente en personas con piel más oscura. Pero si esa franja se ensancha, se oscurece o aparece solo en una uña, no debe ignorarse. Este tipo de melanoma suele detectarse tarde porque se esconde bajo las uñas, un lugar donde pocos piensan buscar cáncer. Una mancha brillante que parece una cicatriz A veces, el cáncer de piel —especialmente el carcinoma basocelular— puede presentarse como una zona plana y brillante que parece tejido cicatricial. Puede sentirse suave, firme y tener un aspecto pálido o estirado. El peligro está en lo silenciosa que es. No duele, no pica ni cambia mucho. Por eso, muchos la pasan por alto. Pero una zona que parece una cicatriz sin haber sufrido una herida previa debe ser examinada por un dermatólogo.