En un inquietante suceso que ha captado la atención mundial, astrónomos han detectado un misterioso objeto interestelar que se desplaza a velocidades asombrosas hacia el Sol, lo que ha reavivado las especulaciones sobre si podría hacerse realidad la predicción de la mística búlgara Baba Vanga sobre un contacto alienígena en 2025.
Según un informe publicado el 16 de julio en el servidor de prepublicaciones arXiv, citado por el New York Post y South West News Service, el objeto, designado oficialmente como 3I/ATLAS, fue avistado por primera vez el 1 de julio. Viaja a más de 130,000 millas por hora (alrededor de 210,000 km/h) y se cree que proviene de fuera de nuestro sistema solar.
Las primeras observaciones indican que 3I/ATLAS tiene un diámetro aproximado de 24 kilómetros, lo que lo hace incluso más grande que Manhattan. Si bien los primeros análisis sugerían que podría tratarse de un cometa, algunos científicos, entre ellos el reconocido astrofísico de Harvard Avi Loeb, advierten que también podría ser un artefacto tecnológico de origen extraterrestre.
Se espera que el objeto alcance su máxima aproximación al Sol, conocida como perihelio, a finales de noviembre de 2025. Durante ese periodo, desaparecerá temporalmente de la vista desde la Tierra, un evento que, según Loeb, podría ofrecer una oportunidad para que seres alienígenas realicen actividades o desplieguen tecnología hacia nuestro planeta.
Este escenario inusual ha llevado a algunos a vincular el fenómeno con Baba Vanga, la mística ciega conocida por sus profecías inquietantemente precisas, quien supuestamente predijo que la humanidad tendría contacto con seres extraterrestres en 2025.
Si finalmente se confirma que 3I/ATLAS es de origen artificial, podría dar fuerza a la “hipótesis del bosque oscuro”, una teoría que sugiere que civilizaciones alienígenas avanzadas permanecen ocultas, revelándose solo cuando resulta imprescindible, quizás por supervivencia o ataque.
Aunque los expertos subrayan que no existen pruebas confirmadas de intenciones hostiles, el descubrimiento ha desatado un intenso debate tanto en la comunidad científica como en las redes sociales.
Por ahora, los astrónomos continúan vigilando de cerca a 3I/ATLAS, y se esperan observaciones más detalladas a medida que el objeto se acerque al sistema solar interior en los próximos meses.