Cincuenta años después de la muerte del dictador Francisco Franco, España enfrenta un repunte inquietante de la extrema derecha que revive viejos discursos autoritarios y reabre el debate sobre su legado. Según reporta Reuters, un número cada vez más considerable de ciudadanos —y especialmente jóvenes— está mostrando simpatía por la era franquista, lo que genera alarma en una democracia aún marcada por su pasado.
Un cambio de marea: encuestas y redes socialesEncuestas recientes del CIS revelan que 21,3 % de los españoles consideran que bajo Franco
“era buena o muy buena” la época franquista, el doble que hace unas décadas.
Entre los jóvenes de 18 a 24 años, el 17,3 % dijo que preferiría un gobierno autoritario antes que uno democrático, cifra que pone en evidencia una desconexión generacional con la transición democrática.
Las redes sociales están jugando un rol clave: circulan videos generados por inteligencia artificial con discursos de Franco, lecciones de historia revisionista y hasta remixes techno de himnos franquistas.
Legado histórico revisitadoAunque Franco murió en 1975, su memoria y símbolos aún persisten en espacios controvertidos. Por ejemplo:
- El Valle de los Caídos, rebautizado como Valle de Cuelgamuros, sigue siendo un lugar simbólico con presencia de tumbas y restos de la guerra civil.
- El Gobierno socialista ha impulsado una “ley de memoria democrática” que busca eliminar símbolos franquistas y disolver fundaciones que glorifican al dictador, como la Fundación Franco.
Aun así, hay resistencia legal:
la Fundación Franco defiende la libre expresión ideológica y afirma que prohibir sus actividades sería un paso hacia la censura.
Lección pendiente: educación y memoriaHistoriadores y activistas advierten que España no ha hecho una reconciliación profunda con su pasado. Muchos jóvenes carecen de formación histórica sobre la dictadura, lo que facilita una visión más amable o idealizada del régimen.
Expertos ponen énfasis en fortalecer la educación cívica y la alfabetización digital para combatir la desinformación y las narrativas revisionistas.
“No se puede cerrar una herida que no ha sanado: si no se limpia, se infecta”, ha declarado una de las voces en las conmemoraciones por los 50 años.
¿Qué depara el futuro?El resurgimiento de partes de la población que idealizan el franquismo representa un serio desafío para la democracia española:
- Podría aumentar la presión sobre las políticas de memoria histórica y llevar a debates sobre el papel de las instituciones franquistas en la España moderna.
- Si la derecha radical, encabezada por Vox, sigue creciendo, podríamos ver una normalización de discursos autoritarios en la política contemporánea.
- La conmemoración del 50.º aniversario de la muerte de Franco ha encendido alarmas y, al mismo tiempo, ha abierto un espacio para reflexionar sobre la memoria colectiva y los valores democráticos.
La España de 2025 se encuentra en una encrucijada histórica: medio siglo después de Franco, su fantasma aún no ha desaparecido del todo. El auge de la extrema derecha, la nostalgia autoritaria y la desinformación digital requieren una respuesta firme: no basta con enterrar el pasado; es necesario entenderlo, educarlo y confrontarlo para proteger la democracia.
