En una playa del noreste de México, a orillas del río Bravo, aparecieron repentinamente carteles que advertían que la zona era propiedad del Departamento de Defensa de Estados Unidos y que el acceso estaba prohibido para civiles. La aparición de estos letreros generó desconcierto entre los residentes y autoridades locales, y abrió un nuevo capítulo en las disputas sobre fronteras y soberanía.
Carteles de advertencia en territorio mexicanoLos letreros, colocados por contratistas estadounidenses, señalaban:
“Warning: Restricted Area” (“Área restringida”) y prohibían fotografiar o dibujar la zona. Según el Pentágono, estos carteles formaban parte de la delimitación de una zona denominada National Defense Area III, utilizada por proyectos relacionados con la defensa y la investigación espacial.
Sin embargo, el gobierno mexicano, a través de su Marina, retiró seis de los carteles, argumentando que estaban colocados dentro del territorio mexicano. La situación refleja la dificultad de establecer límites precisos en áreas donde el río Bravo cambia de curso de manera natural.
Mediación y fronterasMéxico ha solicitado la intervención de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (IBWC) para resolver la disputa sobre la demarcación precisa. La presidenta de la comisión, Claudia Sheinbaum, señaló que la zona está cerca de áreas estratégicas y que la soberanía mexicana debe ser respetada.
Este incidente también ocurre en un contexto sensible: la zona fronteriza está cerca de instalaciones vinculadas a la NASA y al Departamento de Defensa de EE. UU., incluyendo proyectos de SpaceX bajo contrato estadounidense.
Rechazo a intervención militarSheinbaum aprovechó la ocasión para reiterar que México descarta cualquier intervención militar extranjera en su territorio, en referencia a una propuesta previa de Estados Unidos para acciones contra los cárteles. Subrayó que la cooperación internacional debe ser respetuosa de la soberanía mexicana y enmarcada en acuerdos legales.
Impacto y reaccionesLa aparición de los carteles ha generado alarma entre habitantes y turistas, y pone de relieve la delicada situación de las fronteras naturales entre ambos países. Expertos en seguridad internacional advierten que incidentes como este pueden escalar si no se aclaran los límites y las responsabilidades de cada nación, especialmente en áreas vinculadas a proyectos estratégicos de defensa y tecnología.
En las próximas semanas, se espera que la IBWC emita un dictamen sobre la ubicación exacta de la frontera y la validez de las advertencias colocadas por contratistas estadounidenses, buscando evitar futuras confusiones o confrontaciones diplomáticas.