Cuando el hogar se convierte en medicina¿Alguna vez entraste a una casa que se sentía pesada sin saber por qué? O al contrario, ¿una donde apenas cruzas la puerta sientes que puedes respirar mejor? En nuestra cultura, donde el hogar no es solo un espacio físico sino el corazón de la vida familiar, el ambiente lo es todo.
Inspirada por los principios del Vastu Shastra, una antigua filosofía india que bien podría tener primas hermanas en nuestras creencias de armonía y energía, quiero compartirte 6 ajustes sencillos pero poderosos para traer más salud y serenidad a tu espacio.
Porque sí: tu casa también puede cuidarte. 1. Tu cama debe mirar hacia el bienestarEn muchas casas de América Latina, la posición de la cama tiene más que ver con "dónde cabe" que con cómo te afecta. Pero según el Vastu, dormir con la cabeza hacia el sur o el este favorece un descanso más profundo, mejora la circulación energética y puede hasta mejorar tu ánimo. Intenta moverla. A veces, un simple giro cambia tu descanso por completo.
2. Orden y limpieza: la receta de siempre¿Recuerdas cuando tu mamá o tu abuela te decían: "casa limpia, mente limpia"? Bueno, el Vastu lo confirma. El desorden bloquea la energía positiva, y sí, puede generarte más ansiedad de la que crees. Empieza por una esquina, una repisa, una mesa… y verás cómo también se aclaran tus pensamientos.
3. Que entre el sol: tu vitamina energéticaEn países como México, Colombia, Argentina o España, el sol es un tesoro. No lo bloquees. Abre las cortinas por la mañana, deja que la luz natural bañe tus espacios. No solo mejora el ambiente, también fortalece tu salud mental y ayuda a regular tus emociones.
4. Colores que acarician el almaEl Vastu recomienda usar colores suaves y naturales: blanco, celeste, verde agua, terracota. ¿Te suenan? Son los que muchas veces usaban nuestras abuelas en los textiles o en los azulejos. Colores que no solo decoran, sino que tranquilizan.
5. Plantas: aliadas de tu bienestarNinguna casa latina está completa sin una planta. El Vastu aconseja tener plantas purificadoras como aloe vera, bambú o albahaca (¡que también usamos en la cocina!). Evita los cactus en la sala o recámara, ya que sus espinas podrían representar energía cortante.
6. Tu rincón de calma (aunque sea chiquito)Ya sea en un balconcito, una esquina del cuarto o al lado de la ventana, crea un pequeño espacio sagrado para ti. Una vela, una imagen que ames, un mate, un café… lo que te conecte contigo misma. Es tu pausa consciente dentro del caos del día.
Cierra los ojos: ¿tu casa te calma o te agobia?En nuestra cultura, el hogar es refugio, encuentro, cocina, música, oración y descanso. Por eso, cuidarlo también es cuidarnos. El Vastu no exige lujo ni remodelaciones costosas. Solo conciencia, intención y cariño por el espacio que habitamos.
Porque al final, cuando el alma está en paz, el cuerpo lo agradece. Y todo empieza por casa.