Una noche de convivencia terminó en tragedia cuando un grupo de hombres armados irrumpió en el bar La Resaka, en la ciudad de Tula, y abrió fuego contra los asistentes. El ataque, ocurrido durante la madrugada del domingo, dejó siete personas fallecidas y cinco más gravemente heridas, según informaron autoridades locales.
De acuerdo con los primeros reportes, los agresores ingresaron al establecimiento portando armas de alto calibre y dispararon de forma directa contra los clientes para luego huir rápidamente del lugar. Cuatro víctimas murieron en el sitio, mientras que otras tres perdieron la vida en el hospital horas más tarde debido a la gravedad de sus lesiones.
Las autoridades desplegaron un operativo conjunto entre fuerzas estatales y federales para asegurar la zona y comenzar las investigaciones correspondientes. El área fue acordonada y varios negocios cercanos, especialmente bares y centros nocturnos, cerraron de manera preventiva.
Aunque hasta el momento no se han realizado detenciones, la fiscalía local ya abrió una carpeta de investigación. Una de las principales líneas apunta a un posible conflicto entre grupos delictivos que operan en la región, donde en los últimos años se ha registrado un incremento en actividades ilícitas como el narcotráfico y el robo de combustible.
El ataque se suma a una serie de hechos violentos similares ocurridos en centros nocturnos de diversas regiones del país, lo que aumenta la preocupación entre los habitantes y pone en evidencia la creciente vulnerabilidad de espacios de ocio frente a la delincuencia organizada.
Las autoridades han prometido reforzar la seguridad en la zona y hacer todo lo posible para esclarecer el caso, mientras las familias de las víctimas exigen justicia y medidas que eviten nuevas tragedias.
