Se espera que la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, vote el martes para forzar la publicación de archivos de investigación relacionados con el pedófilo Jeffrey Epstein, el último movimiento en un escándalo que ha perseguido a Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca.
En un giro contundente este fin de semana, Trump retiró su oposición a votar la divulgación de los archivos de la investigación del Departamento de Justicia sobre Epstein. El lunes, Trump dijo que firmaría la medida si llegaba a su despacho.
La amistad de Trump con Epstein ha sido un escándalo prolongado en la política estadounidense, dado que el difunto y desacreditado financiero tenía vínculos con numerosas figuras poderosas dentro y fuera del país. Como candidato a la reelección, Trump prometió publicar los archivos sobre Epstein, quien, según los investigadores, se suicidó en una cárcel de Nueva York en 2019. Desde que volvió al cargo, no había cumplido esa promesa.
El dramático cambio de postura del presidente llegó cuando se hizo cada vez más evidente que el proyecto de ley pasaría en la Cámara, probablemente con un apoyo significativo de los republicanos. Trump y el presidente de la Cámara, Mike Johnson, cambiaron su enfoque de la oposición total a una declaración de indiferencia.
“¡NO ME IMPORTA!”, escribió Trump en una publicación en redes sociales el domingo. “Lo único que me importa es que los republicanos vuelvan AL PUNTO.”
Hablando desde el Despacho Oval el lunes, Trump dijo que no quería que el escándalo Epstein “desviara” la atención de los logros de la Casa Blanca, y afirmó que se trataba de un “engaño” y “un problema demócrata”.
“Les daremos todo”, dijo a los periodistas. “Que el Senado lo revise, que cualquiera lo revise, pero no hablen demasiado de ello, porque sinceramente, no quiero que nos quite protagonismo.”
Como presidente, Trump tiene autoridad para ordenar al Departamento de Justicia publicar los documentos que posee, como ya ha hecho con los archivos gubernamentales relacionados con los asesinatos de Martin Luther King y John F Kennedy.
En una publicación en X dirigida a Trump, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, escribió: “Hagámoslo más fácil. Simplemente publique los archivos ahora.”
En julio, los congresistas Ro Khanna (demócrata) y Thomas Massie (republicano) recurrieron a una táctica parlamentaria poco común llamada
discharge petition para eludir el liderazgo de la Cámara y forzar una votación sobre su proyecto de ley, la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, si una mayoría de los 435 miembros firmaba la petición. Johnson hizo grandes esfuerzos por impedir la votación, lo que dividió aún más a su bancada. Los demócratas acusaron al presidente de la Cámara de retrasar la juramentación de la demócrata de Arizona Adelita Grijalva para evitar que se convirtiera en la firma decisiva número 218. Ella firmó la petición minutos después de asumir el cargo la semana pasada.
Tras el giro de Trump, varios republicanos de la Cámara, incluidos aliados cercanos del presidente, anunciaron públicamente su intención de votar a favor de divulgar los archivos, lo que podría llevar a la aprobación unánime de la medida.
Si la Cámara aprueba la resolución, pasará al Senado, que también deberá someterla a votación antes de enviarla a Trump para su firma. La oficina del líder de la mayoría republicana del Senado, John Thune, declinó comentar qué planeaba hacer.
En una entrevista con
Pod Save America el lunes, Khanna, el congresista de California que lidera el impulso en la Cámara, dijo que ahora espera que la medida avance “rápidamente” en el Senado.
Correos electrónicos publicados por un comité de la Cámara la semana pasada mostraron que Epstein creía que Trump “sabía sobre las chicas”, aunque no estaba claro qué significaba exactamente esa frase. La Casa Blanca dijo que esos correos no contenían pruebas de mala conducta por parte de Trump.
La semana pasada, Trump ordenó al Departamento de Justicia investigar los vínculos de prominentes demócratas con Epstein. La fiscal general, Pam Bondi, quien este año dijo que una revisión de los archivos no reveló nuevas pistas, respondió que se pondría manos a la obra de inmediato y nombró a un fiscal para dirigir el esfuerzo.
El escándalo Epstein es un tema central para una parte de la base derechista de Trump, algunos de los cuales creen en teorías conspirativas que rodean a Epstein y a su círculo de poderosos amigos y socios. A diferencia de muchos otros temas, los archivos de Epstein han provocado rebeliones entre los propios partidarios de Trump en la política y en los medios, exigiéndole cumplir su promesa de campaña.
Mientras tanto, varias sobrevivientes de Epstein han intensificado la presión sobre el Congreso para abordar la medida.
“Es hora de sacar los secretos de las sombras”, dijo una de las víctimas en un video publicado por la organización World Without Exploitation, que insta a los estadounidenses a llamar a sus legisladores para exigir que voten la divulgación de más documentos.
El lunes por la noche, activistas proyectaron una imagen de Trump y Epstein sobre el edificio del Departamento de Justicia, acompañada del mensaje: “Liberen los archivos ahora.”
