La enfermedad del hígado graso, especialmente la variante no alcohólica (NAFLD, por sus siglas en inglés), se está convirtiendo silenciosamente en uno de los mayores problemas de salud a nivel mundial. Según un informe de TOI, afecta a más del 30 % de la población global, y en regiones como América y el sudeste asiático, la cifra supera el 40 %. Preocupante, ¿verdad? Pero, ¿puede algo tan común como el vinagre de manzana (ACV) ayudar a aliviar esta condición? Vamos a analizarlo.
¿Qué es el NAFLD y por qué deberías preocuparte? La enfermedad del hígado graso no alcohólico ocurre cuando se acumula grasa en el hígado sin que el consumo excesivo de alcohol sea la causa. Suele estar relacionada con el sobrepeso, la diabetes o un metabolismo lento. Si no se controla a tiempo, puede avanzar a etapas más graves como NASH (inflamación), fibrosis, cirrosis o incluso cáncer de hígado.
Por eso, muchas personas recurren a remedios caseros, siendo el ACV uno de los más populares. Pero, ¿realmente ayuda al hígado?
¿Qué dice la investigación sobre el vinagre de manzana? El vinagre de manzana se obtiene al fermentar jugo de manzana primero en alcohol y luego en ácido acético, que es el responsable de su sabor intenso y de los supuestos beneficios para la salud.
Suele promocionarse como acelerador del metabolismo, quemador de grasa y regulador del azúcar en sangre. Algunos aseguran que puede reducir la grasa hepática y mejorar la función del hígado. Pero, ¿qué dice la ciencia?
Los estudios en animales apuntan a que podría ayudar Un estudio de 2025 con truchas arcoíris con NAFLD, citado por TOI, encontró que una mezcla con 2 % de ACV redujo la grasa hepática (esteatosis), los triglicéridos y enzimas clave del hígado como ALT y AST. Pero curiosamente, cuando la dosis se duplicó al 4 %, la condición empeoró.
Otros estudios en roedores alimentados con dietas altas en grasa mostraron resultados parecidos. El ACV ayudó a reducir la grasa en el hígado, mejorar la resistencia a la insulina y disminuir los niveles de glucosa. En un experimento, la grasa hepática bajó del 56 % al 20 %.
Se cree que el ácido acético favorece la quema de grasa y reduce el estrés metabólico. Sin embargo, todos estos resultados provienen de estudios con animales, no con humanos.
¿Y qué pasa con los ensayos en humanos? La investigación en humanos sigue siendo limitada. Una revisión de 2021, citada por TOI, sugiere que el ACV podría ayudar a reducir el colesterol y el azúcar en ayunas, lo que beneficiaría indirectamente a las personas con NAFLD. Pero hasta ahora, no hay pruebas sólidas de un efecto directo sobre la grasa hepática en humanos.
En resumen: prometedor, pero lejos de ser concluyente.
ACV: ¿vale la pena probarlo o no? Posibles beneficios - Podría ayudar a regular el azúcar en sangre y el metabolismo de las grasas
- Puede contribuir a la pérdida de peso junto con dieta y ejercicio
- Tal vez mejore algunos indicadores metabólicos con el tiempo
Pero ojo con los riesgos - Un exceso de ACV puede dañar el esmalte dental, causar hipopotasemia (bajo potasio) y malestar estomacal
- Puede interactuar de forma negativa con medicamentos para la diabetes o la presión arterial
- La mayoría de los expertos recomiendan no tomar más de 1–2 cucharadas al día, siempre diluidas en agua
Los profesionales de la salud, citados por TOI, advierten que el ACV no debe verse como una “cura”. Es un complemento, no un sustituto del tratamiento médico o de los cambios de estilo de vida.
Cómo usar el ACV de forma segura - Elige vinagre de manzana crudo y sin filtrar (busca “con la madre”)
- Dilúyelo: mezcla 1 cucharada en un vaso grande de agua
- Tómalo después de las comidas para evitar reflujo
- Usa pajita o enjuaga la boca para proteger los dientes
- Observa si aparecen efectos como hinchazón o malestar
- Consulta con tu médico si tomas medicamentos
El ACV no es una poción mágica Aunque el vinagre de manzana puede ofrecer algunos beneficios modestos para el metabolismo, no es una solución milagrosa para el hígado graso. La mejor manera de revertir el NAFLD sigue siendo llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y seguir las indicaciones de un especialista. El ACV puede desempeñar un papel de apoyo, pero no es el protagonista de la historia.
Aviso: Este artículo tiene fines informativos y no sustituye la consulta médica profesional. Ante cualquier duda sobre tu salud, consulta siempre con tu médico.