¡Paren todo! Hay pañales nuevos en el mundo aristocrático británico. Hugh Grosvenor, duque de Westminster, heredero de una de las fortunas más grandes del Reino Unido y ahijado del mismísimo rey Carlos III, acaba de estrenar título nuevo: papá.
El pasado 27 de julio, él y su esposa, Olivia, dieron la bienvenida a su primera hija: Cosima Florence Grosvenor. Un nombre digno de novela de época, con aroma a jardín inglés y té con scones. Madre e hija están sanas, felices y seguramente muy bien abrigadas en algún ala soleada de su mansión ancestral.
Un bautizo... ¿con padrinos reales?
Y aquí es donde entra el chisme de salón real: ¿quién será el padrino de la pequeña Cosima?
Porque claro, si tu papá es padrino de dos príncipes reales (George y Archie), pues mínimo te toca tener un Windsor en tu bautizo, ¿no?
El príncipe William suena fuerte en las apuestas. Es íntimo amigo de Hugh, fue su padrino de boda el año pasado (¡sí, el de la boda con más sombreros extravagantes por metro cuadrado!) y es básicamente como un tío cool real, literal.
¿Y el príncipe Harry? Bueno… la relación sigue siendo cordial, pero desde que se mudó a California con Meghan, las visitas familiares son más bien por Zoom, y se perdió la boda de Hugh para no causar más “tensión dinástica”. Así que, aunque el cariño esté, las probabilidades bajan.
Dinero, amistad y pañales con escudo
Recordemos: Hugh Grosvenor no es solo duque por herencia —es también multimillonario, discreto, carismático y de los pocos nobles que todavía caen bien en tabloides británicos (¡eso ya es decir mucho!). Y William no solo es futuro rey, sino también uno de los pocos Windsor que no se ha metido en un escándalo reciente. En otras palabras: el currículum de padrino está fuerte.
Cosima, por su parte, ya nació envuelta en cuna de lino fino, pero no se sorprendan si su primer cumpleaños incluye pastel orgánico, violines en vivo y un trono miniatura de adorno. Total, hay presupuesto.
Un nuevo capítulo en la saga real
Así que, entre sonajeros y secretos reales, Cosima Florence comienza su vida como miembro de una de las familias más influyentes de Europa… aunque por ahora su única preocupación será dormir, comer y lanzar babitas en habitaciones con techos de seis metros de altura.
¿Padrino real? ¿Fiesta con tiaras? ¿Jardín con unicornios? Lo veremos pronto. Pero por ahora, ¡bienvenida al mundo, pequeña duquesita Cosima! O como diría cualquier abuela británica al verla:
“Oh, isn’t she just the loveliest little pudding?”
El fin del Artículo