El sol de verano se siente genial hasta que su receta comience a funcionar en su contra. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha hecho sonar la alarma: los medicamentos comunes pueden perjudicar su capacidad para hacer frente al clima caluroso, aumentando los riesgos de deshidratación, agotamiento por calor e incluso golpe de calor. Y esto no es solo un problema de los ancianos que viven en un hogar de anciados, es para cualquier persona en condiciones de sol que tome estos medicamentos.
Normalmente, su cuerpo se enfría sudando, ajustando el flujo sanguíneo cerca de su piel y manteniendo el equilibrio fluido. Pero ciertos medicamentos estropean estos sistemas y pueden desequilibrar su termostato interno.
Tome diuréticos y medicamentos para la presión arterial como inhibidores de la ECA, betabloqueantes o bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos pueden deshidratarte al aumentar la micción, suprimir la sed y limitar los cambios del flujo sanguíneo. Eso significa menos sudoración, menos enfriamiento y menos capacidad para rodar con temperaturas crecientes. La MHRA (Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos de Salud) llama específicamente a estos medicamentos como un aumento de su riesgo de calor durante los períodos de calor.
Luego tienes medicamentos para la salud mental: SSRI y antidepresivos TCA, antipsicóticos y estimulantes del TDAH como el metilfenidato. Pueden detener que su cuerpo sude lo suficiente, aumentar su temperatura central y hacer que sea más difícil para su cerebro detectar el sobrecalentamiento.
Incluso los antibióticos como la doxiciclina aumentan la sensibilidad al sol, haciendo que una caminata corta afuera sea inesperadamente abrasadora. Mientras tanto, los AINE y algunos suplementos ponen un estrés adicional en los riñones durante la deshidratación, lo que significa que sus medicamentos pueden hacer que el calor golpee más fuerte de lo habitual.
Cuando las pastillas se apagan en el calor
No se trata solo de efectos secundarios. El calor en sí mismo puede degradar la medicación. La insulina y ciertos antibióticos pueden volverse menos efectivos si se almacenan por encima de las temperaturas recomendadas, generalmente alrededor de 25 °C. Imagínate dejar tus viales de insulina horneándose en un coche caliente o tus pastillas en una mochila en la playa. La MHRA advierte que estos medicamentos pueden perder potencia, o incluso volverse peligrosamente inestables.
A prueba de calor tu rutina de salud
Entonces, ¿qué deberías hacer si estás tomando estos medicamentos y los picos del termómetro?
Comience por almacenar los medicamentos correctamente. Manténgalos fuera de la luz solar directa, evite los coches en el calor del mediodía y verifique que las botellas no hayan cambiado de color o textura. Sepa dónde están los lugares más fríos de su refrigerador y mueva los medicamentos a ellos cuando sea necesario.
Luego está la preparación personal para el calor. Manténgase hidratado y no espere hasta que tenga sed; es posible que aquellos que toman diuréticos o antihipertensivos no sientan las típicas señales de sed. Busque mareos, dolores de cabeza, confusión u orina oscura: signos clásicos de agotamiento por calor.
Si está tomando algún medicamento que afecte la respuesta al calor de su cuerpo (ISRS, betabloqueantes, medicamentos para el TDAH), piense en el futuro. Limite el tiempo al aire libre durante las horas punta de sol de 11 a. m. a 3 p. m. Quédate con ropa ligera, mantente a la sombra y relájate en el interior cuando el calor sea demasiado.
¿Quién está en mayor riesgo?
Esto no es solo un dico de perdicción. Las alertas de salud por calor como las advertencias amarillas y ámbar del Reino Unido se están emitiendo con más frecuencia, y el impacto en la salud pública es real. Inglaterra registró más de 1.300 muertes relacionadas con el calor el verano pasado, y los medicamentos contribuyeron en gran medida.
Las personas mayores, los niños, las personas con afecciones crónicas o cualquier persona que tome múltiples medicamentos, especialmente aquellos para la presión arterial, la salud mental o la diabetes, son los más vulnerables. Pero si te gustan los festivales, el trabajo al aire libre o los viajes, el calor y las pastillas podrían plantear peligros pasados por alto.
Una receta para la seguridad del verano
¿Qué pasaría si todos tuvieran un "plan de calor" junto con sus medicamentos matutinos? Los CDC sugieren que los médicos discutan ajustes temporales de dosis, planes de hidratación y registros claros de clima cálido con pacientes de alto riesgo. Del mismo modo, el UKHSA alienta a los farmacéuticos y profesionales de la salud a llegar proactivamente antes de las olas de calor con folletos, alertas y guía de almacenamiento.
Incluso los movimientos simples, mantener agua extra junto a la cama, almacenar los medicamentos en un lugar fresco o encender el ventilador durante el mediodía, pueden marcar una gran diferencia cuando el mercurio sube.
El calor es un amplificador de drogas
Si está tomando el sol este verano, su medicamento no es solo una píldora en un gabinete, es parte de cómo su cuerpo reacciona al calor. El UKHSA realmente no está bromeando cuando enfatizan el doble golpe de altas temperaturas y medicamentos cotidianos.
Porque en un verano sofocante, mantenerse fresco es más que comodidad, se trata de mantenerse a salvo mientras toma los medicamentos que te ayudan a vivir tu mejor vida.
El fin del Artículo