¡Ojalá pudiera llevar a mis padres a una entrevista de trabajo! Pues bien, deseo concedido. Sí, lo has leído bien: la generación actual, la tan comentada
Generación Z, está llevando a sus padres a las entrevistas y permitiéndoles hablar directamente con los reclutadores.
La escena se está volviendo sorprendentemente común: un candidato joven entra, vestido para la ocasión, acompañado de un padre o madre. A veces, el progenitor se sienta a su lado; en otras ocasiones, no se limita a observar, sino que
responde preguntas, negocia salarios e incluso habla en nombre de su hijo.
Según un estudio reciente de
Resume Templates, el
77% de los solicitantes de empleo de la Gen Z admite haber llevado a un padre a una entrevista. Casi el 40% asegura que estos se sentaron en la reunión, un tercio reconoce que contestaron o hicieron preguntas, y más de una cuarta parte confiesa que sus padres gestionaron las negociaciones de sueldo o beneficios. Otro cuarto incluso cuenta que sus padres se presentaron y ofrecieron recomendaciones al reclutador.
En una época en la que ser “autosuficiente” es una medalla de honor, ver a un candidato ceder la palabra a sus padres, incluso en asuntos salariales, obliga a los reclutadores a replantearse qué significa realmente la independencia profesional en 2025. La pregunta de fondo es inevitable:
¿qué hace que la generación “sin miedo” entregue el volante a sus padres? De padres helicóptero a managers de carrera
La implicación no se limita a la entrevista. Los datos revelan un panorama sorprendente:
- 75% de los Gen Zers usaron a un padre como referencia profesional.
- 63% hicieron que sus padres postularan a empleos en su nombre.
- 54% dejaron que enviaran correos a reclutadores.
- 53% vieron cómo llamaban directamente a los gerentes.
- 48% confesaron que completaron pruebas de selección por ellos.
- 41% permitieron que un padre atendiera la primera llamada de RR. HH.
Y no termina ahí:
8 de cada 10 trabajadores Gen Z dicen que sus padres han hablado directamente con su jefe, incluso para resolver conflictos, pedir vacaciones o intervenir en discusiones sobre promociones, cambios de rol o reducción de carga laboral.
Esto ya no es “involucrarse”, es
copilotar una carrera profesional.
Por qué la “generación valiente” no se siente lista
A pesar de su fluidez digital, la Gen Z entra al mercado laboral con menos bases profesionales que generaciones anteriores. Las investigaciones indican que tienen un promedio de
16 relaciones laborales sólidas, frente a 21 de los millennials y 40 de la Generación X.
Este déficit tiene raíces en los años de la pandemia, cuando experiencias cruciales de inicio de carrera —pasantías, networking, charlas de oficina— fueron sustituidas por clases virtuales e interacciones online. Como resultado, muchos se sienten desconectados de las normas profesionales, inseguros sobre cómo moverse en estructuras corporativas e incluso incómodos con algo tan básico como la charla informal de oficina.
Paradójicamente, pese a ser “nativos digitales”, solo el
23% de los Gen Z prefiere trabajar 100% en remoto, frente al 35% de generaciones mayores (según Gallup). La mayoría busca interacción presencial, pero arrastra las cicatrices sociales del aislamiento, lo que los lleva a
no querer dar el paso sin apoyo extra.
El riesgo de delegar la independencia
Los expertos en carrera advierten que la participación de los padres en las entrevistas puede minar la confianza que los jóvenes profesionales necesitan construir. Aunque el apoyo moral es comprensible, la intervención directa envía a los reclutadores la señal de que el candidato
puede carecer de autonomía para asumir responsabilidades.
En lugar de cederles el micrófono, los expertos sugieren aprovechar a los padres como
mentores tras bambalinas: practicar entrevistas, dar retroalimentación sobre currículums o guiar en etiqueta laboral. Pero la actuación final debe ser
únicamente del candidato.
De la cuna al coaching con IA
Una alternativa en auge es
apoyarse en la IA para la preparación, en lugar de en los padres para la participación. Herramientas como
ChatGPT permiten simular entrevistas, generar preguntas inesperadas y ayudar a investigar a fondo sobre las empresas, ofreciendo la misma confianza que un padre en la sala, pero sin levantar sospechas ante un reclutador.
De hecho, una encuesta reciente muestra que
1 de cada 5 empleados ha usado IA durante entrevistas de trabajo, confirmando el papel creciente de la tecnología en la preparación profesional. A diferencia de un padre en la mesa, la IA no genera incomodidad y puede equipar al candidato para entrar con respuestas listas, confianza plena e independencia intacta.
La gran pregunta
De aquí a 2030, la Generación Z representará el
30% de la fuerza laboral global. La incógnita es si lo hará como profesionales autosuficientes o como adultos aún atados a la tutela de sus padres.
Por ahora, la imagen es difícil de borrar: una generación aclamada como “intrépida”, llegando al mercado laboral con el mismo apoyo que tenían cuando les preparaban la lonchera escolar. El mundo del trabajo ha cambiado, pero la lección sigue siendo la misma:
tarde o temprano, hay que quitarse las rueditas de apoyo.