Desde hace siglos, el pan ha sido uno de los alimentos básicos más consumidos en todo el mundo. Desde la escasez de pan tras la Primera y la Segunda Guerra Mundial hasta algunas de las crisis alimentarias más inquietantes de la historia, las luchas y la unión en torno al pan han sido indescriptibles. Curiosamente, durante un proceso de excavación, un grupo de arqueólogos y su equipo encontraron un pan antiguo, carbonizado y enterrado bajo la entrada de una vivienda construida alrededor del año 3.300 a.C., en Eskişehir, Turquía.
Cómo fue hallado Los panes, con su sabor, textura, aroma y preferencias, pueden contribuir naturalmente a mejorar la salud y el bienestar. Durante una excavación en el centro de Turquía, se halló el pan en estado carbonizado, enterrado bajo la entrada de una vivienda residencial, de aproximadamente 3.300 a.C., en Eskişehir.
Todo sobre este pan negro La tradición culinaria de Turquía se basa en antiguas costumbres. De hecho, en la Edad de Bronce temprana, un trozo de pan se enterraba bajo el umbral de una casa recién construida en el centro de Turquía. Recientemente, los arqueólogos encontraron un pan de 5.000 años y entregaron la receta a una panadería local para recrearlo. Esto ha generado una gran demanda por esta receta milenaria.
El pan antiguo Según medios digitales, el pan era redondo y plano, como una tortita, con un diámetro de 12 centímetros (cinco pulgadas), hallado durante las excavaciones en Küllüoba, cerca de la ciudad de Eskişehir, en Anatolia central.
El arqueólogo principal y director de la excavación, Murat Türkteki, afirmó:
“Este es el pan horneado más antiguo encontrado en una excavación, y ha logrado conservar en gran medida su forma”. Añadió que “el pan es un hallazgo poco común en una excavación; normalmente solo se encuentran migas. Pero aquí se conservó porque fue quemado y enterrado”.
La forma única de conservarlo El hallazgo sorprendió a los investigadores, ya que el pan estaba carbonizado y enterrado bajo la entrada de una vivienda construida hacia el 3.300 a.C. Además, se observó que se había arrancado un pedazo antes de quemarlo y enterrarlo al construir la casa, lo que se cree que formaba parte de un antiguo ritual. “Nos hace pensar en un ritual de abundancia”, señaló Türkteki.
Más sobre el descubrimiento El pan fue hallado en septiembre de 2024 y, desde el miércoles, está expuesto en el Museo Arqueológico de Eskişehir. Según la alcaldesa de la ciudad, Ayşe Ünlüce: “Nos emocionó mucho este hallazgo. Al hablar con nuestro director de excavación, pensé en la posibilidad de reproducir este pan”.
Se determinó que el pan se elaboraba con harina de espelta (emmer) molida gruesa, una variedad antigua de trigo, y semillas de lenteja, utilizando la hoja de una planta aún no identificada como levadura. Sin embargo, las semillas originales de espelta ya no existen en Turquía. Para acercarse lo más posible a la receta original, el municipio, tras analizar el pan, decidió utilizar trigo Kavilca, una variedad similar a la espelta antigua, además de bulgur y lentejas.
Una sensación entre los clientes Según otro medio internacional, el pan ha despertado una gran demanda, atendida por la panadería
Halk Ekmek (“Pan del Pueblo” en turco). La municipalidad impulsa esta iniciativa para ofrecer pan a bajo coste, y los empleados moldean a mano 300 piezas de
Küllüoba cada día.
“La combinación de harina de trigo ancestral, lentejas y bulgur da como resultado un pan rico, saciante, bajo en gluten y sin conservantes”, explicó Serap Güler, gerente de la panadería. Los primeros panes
Küllüoba, comercializados como tortas de 300 gramos (11 onzas) a un precio de 50 liras turcas (unos 1,28 dólares), se agotaron en pocas horas. Una clienta comentó a un medio digital: “Me apresuré porque temía que se acabaran. Tengo curiosidad por el sabor de este pan antiguo”.