¿Te cuesta deshacerte de la rebelde grasa abdominal? No eres la única persona, y no se trata solo de lucir bien en las fotos frente al espejo.
La grasa visceral, esa grasa profunda que se acumula alrededor de los órganos, eleva considerablemente el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, inflamación y más. Las personas que consumen más calorías de las que queman cada día tienden a ganar peso extra, incluida la grasa abdominal. Además, con la edad, se pierde masa muscular, lo que agrava el problema, especialmente si no se practica actividad física.
El problema de la grasa abdominal es que no se limita solo a la capa de grasa bajo la piel (grasa subcutánea). También incluye la grasa visceral, que se encuentra más adentro del abdomen y rodea los órganos internos.
Por eso, cuando los expertos recomiendan una “verdura verde estrella” que debes comer a diario para atacar la grasa visceral, conviene prestar atención.
Cargada de carotenoides, fibra y compuestos vegetales que combaten la grasa, esta “heroína perenne” ayuda a acelerar la oxidación de grasa, reducir el apetito y disminuir la inflamación. Respaldada por ensayos clínicos, ciencia nutricional y casos reales de éxito, esta verdura verde no solo puede ayudarte a reducir centímetros de la cintura, sino también a proteger tu salud a largo plazo. Y no es una moda pasajera: es un esencial para reducir la grasa visceral.
¿Quieres saber qué verdura tiene estos superpoderes?
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La verdura verde n.º 1 para reducir la grasa visceral Si lo has adivinado, es… ¡espinaca!
Sí, los dietistas sitúan la espinaca como la verdura verde más eficaz para reducir la grasa visceral. Según un análisis de EatingWell, la espinaca destaca por su alto contenido de carotenoides —especialmente luteína y zeaxantina— que favorecen la oxidación de la grasa y reducen la inflamación. Una taza de espinaca cocida aporta unos 4 g de fibra (~14 % de la cantidad diaria recomendada), lo que favorece la saciedad y mejora el colesterol, claves para reducir la grasa abdominal profunda.
Mecanismos que ayudan a reducir la grasa visceral: - Carotenoides que aceleran la quema de grasa y reducen la inflamación: La espinaca contiene luteína y zeaxantina, carotenoides que activan vías de quema de grasa y reducen la inflamación. Ensayos clínicos aleatorizados han demostrado que aumentar los niveles de carotenoides en sangre se asocia a menor grasa visceral y reducción del perímetro de cintura. Por ejemplo, en un estudio doble ciego con hombres obesos japoneses, quienes consumieron bebidas ricas en luteína perdieron más grasa visceral.
- Control del apetito gracias a los tilacoides: Los tilacoides (membranas vegetales ricas en clorofila presentes en la espinaca) ayudan a reducir los antojos y aumentar hormonas de saciedad (como la CCK), a la vez que disminuyen hormonas del hambre como la grelina. En un estudio sueco, mujeres que consumieron bebidas con tilacoides perdieron unos 5 kg en 12 semanas y redujeron su LDL incluso antes de perder peso.
- Fibra que prolonga la sensación de saciedad: Una taza de espinaca cocida tiene cerca de 4 g de fibra (14 % de las necesidades diarias). La fibra retrasa la digestión, controla el apetito, mejora el colesterol y regula la glucosa, factores clave para reducir la grasa visceral y mantener una dieta equilibrada.
Por qué la espinaca es la ‘superheroína’ superior Aunque el brócoli y otras verduras crucíferas aportan sulforafano, fibra y beneficios metabólicos, la combinación única de carotenoides y tilacoides de la espinaca la hace especialmente eficaz contra la grasa visceral.
El estudio DIRECT‑PLUS comparó la dieta mediterránea tradicional con una versión “verde” enriquecida con polifenoles (de té verde, lenteja de agua y nueces) y baja en carne roja. El grupo verde‑MED redujo la grasa visceral en un 14 % en 18 meses, el doble que el grupo MED estándar (7 %) y tres veces más que quienes solo seguían pautas saludables (4,5 %), pese a perder un peso similar. Esto confirma el papel de alimentos como la espinaca, rica en polifenoles y carotenoides, para potenciar la reducción de grasa visceral.
Además de ayudar a perder peso, la espinaca mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la grasa hepática y cuida la salud cardiometabólica —beneficios que también se ven en jóvenes que consumen verduras no harinosas.
Cómo incluir espinaca en la dieta diaria
- Batidos y smoothies verdes: Mezcla 1–2 puñados de espinaca con frutas y proteína en polvo. Así obtienes un aporte concentrado de nutrientes y polifenoles.
- Ensaladas y bowls: Usa espinaca fresca como base junto con aceite de oliva, proteína magra, aguacate y semillas.
- Platos con huevo: Agrégala a tortillas o revueltos; sus nutrientes se conservan mejor si se cocina brevemente.
- Sopas, guisos o salteados: Incorpora espinaca al final de la cocción para mantener su textura y vitaminas.
Para controlar el apetito, se recomienda tomar por la mañana un pequeño zumo o smoothie de espinaca fresca (efecto de los tilacoides), ya que la evidencia clínica demuestra más saciedad y menos antojos.
La espinaca es la verdura verde n.º 1 para reducir la grasa visceral. Su eficacia está científicamente probada: ayuda a disminuir la grasa abdominal profunda, controlar el apetito y combatir la inflamación. Sin embargo, no hará milagros por sí sola: acompáñala siempre de ejercicio regular y una dieta equilibrada.
Añádela en smoothies, ensaladas u omelets, pero conviértela en parte de un estilo de vida saludable. Si tu objetivo es eliminar la grasa visceral, haz de la espinaca tu aliada diaria… y observa cómo cambian tu cintura y tu salud.