Quizá sepas que la cebada se usa para elaborar cerveza y whisky. ¡Pero aquí viene lo interesante! No solo es rica en beta-glucanos y fibra, sino que también aporta minerales y vitaminas del grupo B, hierro, magnesio y selenio. Se puede consumir en distintas formas: cebada descascarillada, cebada perlada o harina de cebada. Es probablemente uno de los cereales más antiguos domesticados, que se ha consumido y seguirá consumiéndose como alimento, forraje para animales y en la elaboración de bebidas.
A diferencia de otros cereales como el trigo, el arroz o el maíz, los granos de cebada contienen altos niveles de fibra dietética (por ejemplo, β-glucanos) y tocoferoles, que son seguros para el consumo humano. Diversos estudios han demostrado claramente que un consumo elevado de estos compuestos protege contra la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
Ayuda a reducir el colesterol
La cebada es una buena fuente de beta-glucanos, una fibra soluble que impide que el colesterol “malo” (LDL) se absorba en el intestino y facilita su eliminación del organismo. Tomar agua de cebada de forma regular puede reducir los niveles de colesterol total y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Incluso puede ayudar a bajar la presión arterial y mejorar la función vascular, según algunos estudios.
Mejora la digestión y previene el estreñimiento Gracias a su alto contenido en fibra, el agua de cebada puede servir como un suave remedio natural para problemas estomacales. Regula el tránsito intestinal, alivia la hinchazón y favorece un intestino sano. Su consumo diario puede prevenir enfermedades como la diverticulosis o las hemorroides.
Regula los niveles de azúcar en sangre
El agua de cebada tiene un índice glucémico bajo y retrasa la absorción del azúcar en la sangre. Por eso, es una bebida ideal para personas con diabetes tipo 2 o para quienes desean mantener controlados sus niveles de glucosa. Además, sus antioxidantes y fibra mejoran la sensibilidad a la insulina.
Desintoxica e hidrata El agua de cebada es un diurético natural que estimula los riñones para eliminar toxinas y el exceso de líquidos. Es especialmente útil para quienes sufren infecciones urinarias o retención de líquidos. También ayuda a hidratar el cuerpo en verano o durante enfermedades.
Ayuda a perder peso
La sensación de saciedad evita que comamos en exceso, y la fibra del agua de cebada cumple precisamente esa función. Genera plenitud, reduce el apetito y, por lo tanto, el consumo de calorías a lo largo del día. Puede ayudar a perder peso o mantenerlo, siempre que se combine con un estilo de vida y alimentación saludables.
Cómo prepararla Para hacer agua de cebada en casa, lava ¼ de taza de granos de cebada descascarillada, hiérvelos en 4 tazas de agua durante 30–40 minutos, deja enfriar y cuela. Puedes añadir limón y canela para dar sabor, pero evita usar azúcar si deseas controlar los niveles de glucosa.