El director ejecutivo de Xiaomi, Lei Jun, ha demostrado que su ambición por conquistar el mercado de los vehículos eléctricos no conoce límites. A principios de este año, el empresario compró tres Tesla Model Y y ordenó desmontarlos por completo, pieza por pieza, con el objetivo de entender la ingeniería detrás del SUV más vendido de Elon Musk.
Durante una presentación multitudinaria en el Centro Nacional de Convenciones de Beijing, Lei relató cómo su equipo pasó meses analizando minuciosamente cada componente del vehículo estadounidense.
El resultado de este trabajo de ingeniería inversa ha sido espectacular. El Xiaomi YU7, presentado oficialmente en junio, acumuló más de 240,000 reservas en tan solo 24 horas, convirtiéndose en uno de los lanzamientos más exitosos de la historia reciente de la marca.
Ingeniería inversa: la estrategia china para alcanzar a Tesla
A diferencia de otros competidores, Lei Jun no buscó criticar a Tesla. Por el contrario, elogió al Model Y como un automóvil “muy, muy sobresaliente”, incluso sugiriendo que quienes no opten por el YU7 podrían considerar comprar un Tesla. Sin embargo, fue claro en subrayar que el SUV de Xiaomi ofrece mayor espacio interior, un rendimiento de batería superior y un precio más accesible, factores clave en el competitivo mercado chino, donde cada yuan puede marcar la diferencia.
Esta estrategia refleja el nivel de competencia feroz que Tesla enfrenta actualmente en China, su segundo mercado más importante a nivel mundial. En agosto, las ventas de Tesla en el país cayeron un 4%, alcanzando 83,200 unidades, afectadas por la presión de fabricantes locales como Xiaomi, Xpeng y Nio, que compiten agresivamente en precios y prestaciones.
El aprendizaje detrás del desmantelamiento
Desarmar vehículos rivales no es una práctica nueva en la industria automotriz. De hecho, el propio CEO de Ford, Jim Farley, reconoció que su empresa hizo algo similar con un Tesla Model Y, descubriendo que su Mustang Mach-E tenía 1.6 kilómetros más de cableado, lo que incrementaba el peso y los costos de batería.
El ejercicio de ingeniería inversa le permitió a Xiaomi optimizar el diseño del YU7, reducir componentes innecesarios y mejorar la eficiencia energética sin comprometer la seguridad ni el confort. Además, Lei Jun destacó que el enfoque de Xiaomi combina tecnología inteligente, conectividad avanzada y fabricación de precisión, pilares que definirán la próxima generación de vehículos eléctricos chinos.
China, el epicentro de la revolución eléctrica
El contexto no podría ser más favorable. Hoy en día, el 50% de los automóviles nuevos vendidos en China son eléctricos, en contraste con el 10% en Estados Unidos. Con una infraestructura de carga en rápida expansión y políticas de incentivos gubernamentales, el país asiático se ha convertido en el epicentro mundial de la movilidad eléctrica.
Para Lei Jun, el YU7 no solo es un vehículo, sino un símbolo de cómo las empresas chinas pueden innovar, competir y liderar en una industria dominada históricamente por gigantes occidentales.
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