OpenAI, el fabricante de ChatGPT, ha anunciado una nueva asociación con el gigante de los chips Broadcom para diseñar y construir procesadores informáticos especializados para inteligencia artificial, marcando su último movimiento en una serie de acuerdos de alto perfil. La colaboración sigue a los acuerdos recientes con Nvidia y AMD para suministrar chips de computadora, ya que OpenAI busca reforzar su infraestructura para satisfacer la creciente demanda global de servicios de IA.
¿De qué se trata la asociación OpenAI-Broadcom?
Los términos financieros del acuerdo de Broadcom no fueron revelados, lo que deja incertidumbre sobre los costos de las asociaciones en expansión de OpenAI. La compañía dijo que la colaboración entregará 10 gigavatios de potencia informática para el próximo año, una cantidad equivalente a la energía necesaria para alimentar una ciudad importante. Al desarrollar procesadores personalizados adaptados a sus modelos de IA, OpenAI tiene como objetivo mejorar la velocidad y la eficiencia de su tecnología, reduciendo la dependencia de los chips listos para usar de compañías como Nvidia y AMD". Asociarse con Broadcom es un paso crítico en la construcción de la infraestructura necesaria para desbloquear el potencial de la IA y ofrecer beneficios reales para las personas y las empresas", dijo Sam Altman, cofundador y director ejecutivo de OpenAI.
Los chips personalizados se implementarán en centros de datos operados por OpenAI y sus socios, con una nueva instalación ya en construcción en Abilene, Texas, y sitios adicionales planeados en Texas, Nuevo México, Ohio y el Medio Oeste. En cambio, la asociación se centra en la colaboración técnica para crear procesadores optimizados para las cargas de trabajo de IA de OpenAI, lo que podría darle a la compañía una mayor influencia en las negociaciones con otros fabricantes de chips.
Los analistas no están tan satisfechos con la ola de gastos de OpenAI
Sin embargo, el rápido ritmo de las asociaciones de OpenAI ha provocado escepticismo entre los analistas. A pesar del fuerte crecimiento y el entusiasmo de los inversores, la industria de la IA, incluida OpenAI, aún no ha mostrado signos de rentabilidad. La falta de transparencia en torno a la financiación de estos proyectos a gran escala ha alimentado las preocupaciones sobre una posible burbuja en el gasto en IA. Los críticos también advierten que las inmensas demandas de energía de los chips de IA y los centros de datos podrían afectar a los proveedores de electricidad, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de dicha infraestructura. A medida que OpenAI continúa su agresiva expansión, el mundo de la tecnología está observando de cerca para ver si estas inversiones producirán avances en el rendimiento de la IA o contribuirán a las crecientes preocupaciones sobre el gasto descontrolado y el consumo de recursos en la industria.
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